Claudia Sheinbaum Pardo, la primera mujer en asumir la presidencia de México, ofreció hoy su primer mensaje como presidenta constitucional en un acto lleno de simbolismo, donde agradeció la presencia de representantes de 105 países, destacando el compromiso de México con la comunidad internacional. Durante su discurso, Sheinbaum trazó una línea de continuidad con la administración de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, a quien calificó como “uno de los grandes” y “el presidente más querido” de la historia moderna del país.
Sheinbaum recordó un momento clave en la vida política de López Obrador: el juicio de desafuero que enfrentó hace 19 años y que, según la presidenta, marcó un antes y un después en la lucha por la democracia. Afirmó que la historia ya lo ha juzgado favorablemente y expresó su profundo agradecimiento por el legado que deja. “Gracias por siempre”, declaró Sheinbaum, en lo que fue un homenaje personal y político a su mentor.
El mensaje también subrayó la importancia histórica de que una mujer llegue al máximo cargo del país, destacando que “por primera vez, llegamos las mujeres a conducir los destinos de nuestra hermosa nación”. Sheinbaum enfatizó que no llega sola, sino acompañada de todas las mujeres que a lo largo de la historia han luchado por la igualdad, destacando la contribución de las heroínas anónimas y visibilizando la importancia de la inclusión de las mujeres en todos los ámbitos de la vida nacional.
En su intervención, Sheinbaum delineó los principios fundamentales de su gobierno, enmarcados dentro de la continuidad de la Cuarta Transformación: austeridad republicana, honestidad en el servicio público, y un enfoque prioritario hacia los más pobres. Prometió que bajo su administración, México continuará con un modelo de desarrollo basado en el “humanismo mexicano”, dejando atrás el “fracasado modelo neoliberal”. Además, reiteró su compromiso con la igualdad sustantiva, la justicia social y el respeto a los derechos humanos.
La nueva presidenta también realizó un llamado a la reflexión sobre los logros de los últimos seis años, haciendo preguntas retóricas sobre la salida de millones de personas de la pobreza, la reducción de desigualdades, el crecimiento económico, y la estabilidad financiera. Según Sheinbaum, estos avances fueron posibles gracias al cambio de modelo económico impulsado por López Obrador y su administración.
En materia económica, prometió mantener la estabilidad fiscal y el control de precios de productos básicos como la gasolina y el gas doméstico. Asimismo, aseguró que promoverá la inversión pública y privada y garantizó la seguridad de las inversiones tanto nacionales como extranjeras.
Entre las iniciativas destacadas por Sheinbaum, figura la construcción de un millón de viviendas, la expansión del Tren Maya, el fortalecimiento del IMSS Bienestar, y la contratación de miles de profesionales de la salud. Además, subrayó su compromiso con la soberanía energética, la autosuficiencia alimentaria y la transición hacia una economía circular, anunciando un ambicioso proyecto ambiental en Tula, Hidalgo.
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Finalmente, la presidenta enfatizó que su gobierno trabajará para disminuir los delitos de alto impacto, pero sin recurrir a estrategias militarizadas. Sheinbaum cerró su discurso con un mensaje de unidad y esperanza, convocando al pueblo mexicano a seguir haciendo historia: “Gobernaré para todas y todos, y tengan la certeza de que pondré mi conocimiento, mi fuerza, mi historia y mi vida misma al servicio del pueblo y de la patria”.
Con su toma de posesión, Claudia Sheinbaum inaugura una nueva etapa en la política mexicana, con una visión que busca consolidar los avances de la Cuarta Transformación y fortalecer el papel de las mujeres en la vida pública del país.
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