Debe ser el Senado de la República el que regule, acepte o rechace el otorgamiento de asilo político de alto nivel, ya que esta figura ha sido usada políticamente con base en doctrinas e ideas contrarias a los intereses nacionales, expuso la senadora del blanquiazul Gina Cruz Blackledge.
Asimismo, advirtió que el Senado no le puede dejar libres las manos a este presidente ni a los que vengan.
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“No podemos permitir que decisiones tomadas por una sola persona, destruyan la imagen de México en el exterior”, puntualizó.
La legisladora panista presentó ante la Cámara Alta dos iniciativas, una para reformar el artículo 76 Constitucional y otra con reformas a la Ley de Migración y a la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político, para que, ante las solicitudes de Asilo Político de Alto Nivel, el Senado tenga un rol de primera importancia.
Refirió que el Senado debe tener un papel más relevante, en un ejercicio auténtico de contrapesos ante decisiones que afectan la estabilidad política y nuestra imagen como nación libre y democrática.
La senadora del Partido Acción Nacional dijo que, con esta reforma, el Senado tendría control ante decisiones presidenciales que afecten las relaciones diplomáticas con otros países, como sucede hoy con Perú, cuyo gobierno sigue sin ser reconocido.
Respecto a dicho caso, explicó, que el expresidente de Perú, José Pedro Castillo, después de anunciar la intención de disolver el Congreso de su país y anunciar la instauración de un “Gobierno de Excepción”, fue destituido por rebelión y sometido a proceso, generando un caos político en lo que se calificó como “Golpe de Estado”.
Agregó que el Presidente de México confirmó que se había instruido al canciller Marcelo Ebrard a comenzar las gestiones para recibir al Presidente destituido en la Embajada mexicana en Perú, ocasionando una ruptura de relaciones diplomáticas y declarando persona “non grata” al Embajador de México en Perú.
De acuerdo con Cruz Blackledge, con la aprobación de dichas iniciativas, el Senado tendría el control parlamentario que se aplicaría a personas extranjeras denominadas como altos funcionarios públicos, quienes formen o hayan formado parte de los diferentes órdenes de gobierno en las jerarquías más altas, ya sea Presidente o primer ministro, gobernador, secretarios de estado o ministros, miembros del Congreso, así como miembros del Poder Judicial.
Precisó que el Asilo, refugio y la vocación migratoria están todos bajo los ideales humanitarios de nuestras leyes e instituciones, las cuales funcionan hoy bajo un gobierno inhumano que legitima crímenes de Estado y persigue a chivos expiatorios, como se dio en el caso de la tragedia de Ciudad Juárez.
“Ante el evidente fracaso de la política migratoria de este país, y ante las decisiones tomadas con base en ideologías e intereses ajenos a la nación, es indispensable que el Senado sea el contrapeso que todavía no ha podido ser”, insistió.
Para concluir dijo que ante un gobierno que ha perdido el rumbo y que nos lleva directamente a ser parte de las naciones caracterizadas por su pérdida de libertades y por su gobierno de corte dictatorial, el Senado debe actuar aquí y ahora o pagar las consecuencias de su sumisión a decisiones arbitrarias y autoritarias.
Dicho proyecto de decreto que busca reformar diversas disposiciones de la Ley de Migración y de la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político, fue turnado a las comisiones unidas de Asuntos Fronterizos y Migratorios, y de Estudios Legislativos Segunda.
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