Este jueves Israel advirtió que no habría excepciones humanitarias a su asedio de la Franja de Gaza hasta que todos los rehenes fueran liberados.
Esto después de que la Cruz Roja solicitará que se permita la entrada de combustible para evitar que los hospitales, continuarán con su labor de devolver la salud a las personas.
Sin embargo, Israel ha prometido aniquilar al movimiento Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, en represalia por un feroz ataque contra su población civil, cuando cientos de hombres armados cruzaron la barrera y atacaron ciudades israelíes el sábado.
La cadena pública Kan informó de que el número de muertos israelíes se ha elevado a más de 1,300. La mayoría eran civiles abatidos a tiros en las calles o en una fiesta de baile.
Decenas de rehenes israelíes y extranjeros fueron llevados a Gaza e Israel afirma haber identificado a 97 de ellos.
La magnitud de las matanzas ha salido a la luz en los últimos días, después de que las fuerzas israelíes recuperaron el control de las ciudades y encontraron casas sembradas de cadáveres, en las que dicen que había mujeres violadas y asesinadas, y niños tiroteados y quemados.
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Israel ha respondido hasta ahora sometiendo a Gaza, donde viven 2.3 millones de personas, a un asedio total y lanzando la campaña de bombardeos más potente en los 75 años de historia del conflicto palestino-israelí, la que ha destruido barrios enteros.
Las autoridades de Gaza afirman que 1,354 palestinos han muerto y más de 6,000 han resultado heridos en los bombardeos.
El Comité Internacional de la Cruz Roja ha dicho que el combustible que alimenta los generadores de emergencia de los hospitales de Gaza podría agotarse en cuestión de horas.
“Sin electricidad, los hospitales corren el riesgo”, dijo el director regional del CICR, Fabrizio Carboni.
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