¿QUIÉN ES EL VERDADERO FARSANTE?
Por Carlos Águila Franco
Nuevamente, demostrando su verdadera forma de ser, arrogante, vengativo y sin la más mínima educación para respetar a las personas, cuando su enorme ego lo lleva a solamente tener argumentos, no razones y por ello insultar a diestra y siniestra a quien no piense como él, o peor aún, no acate sus órdenes y se someta cual vil lacayo, López volvió a exhibir públicamente al Presidente Consejero del Instituto Electoral (INE) Lorenzo Córdova, llamándolo entre otras cosas Farsante.
LOS INSULTOS Y ATAQUES
Desde el púlpito de su aberrante mañanera, que ocupa para sus caprichos y ocurrencias, López lanzo sus insultos y acusaciones señalando: “Lorenzo Córdova, es un servidor público, desde mi punto de vista sin principios, sin ideales, un farsante. Demuestra que los grados, los títulos no son sinónimo de cultura, porque él está creo que doctorado y es un racista, como muchos otros, no se debe de confundir el nivel académico con la cultura, hay gente con doctorado, post doctorado, científicos muy ignorantes, muy ignorantes y pues es todo un grupo al que pertenece y esto fue lo que lo llevó por un mal camino, cómo es que se dice, lo mal aconsejaron”.
LA VENGANZA
Se comenta que de acuerdo a lo que la revista Proceso publicó en la edición 2413 en una entrevista con Lorenzo Córdova, donde externó que esta reacción de López fue por “la decisión de sancionar a Morena por el fideicomiso para los damnificados de los sismos”, que sirvió para mover grandes cantidades de dinero hacia Morena”. Ante lo cual y fiel a su forma de negar todo, López respondió: “No odio yo a nadie y lamento su situación, y que no ande diciendo que es por otras cosas, no, que no caiga en la autocomplacencia y que sea capaz de rectificar, que le va a ayudar mucho”. Pero siguió con las acusaciones sin pruebas, afirmando: “Es que el INE desde hace mucho tiempo está tomado por los conservadores, por el bloque conservador, nosotros ganamos a pesar de ellos”. Y siguió arremetiendo contra Córdova, señalando que no es el más malo de todo ese grupo, hay otros peores, recordando que conoció a su papá, Arnaldo Córdova, que fueron amigos, compañeros, un hombre excepcional y extraordinario, pero así suele pasar a veces con los hijos, con los nietos, acuérdense del hijo de Morelos y así muchos otros casos.
LA ELECCIÓN DEL 2006
Ante toda esta avalancha que han dejado caer al hoy INE, es importante recordar la posición asumida de López antes, durante y después de la elección presidencial del 2006 para con el entonces IFE y de ahí puede venir su venganza de este 2023 en contra del hoy INE. Y qué mejor que recordar lo publicado por Macario Schettino en El Universal el 11 de julio del 2006. “La derrota del actor”: Desde hace meses se intentó caracterizar a la elección presidencial como una lucha entre izquierda y derecha. A mí me parece una división absurda, que buscaba, por parte del equipo de López Obrador, aprovechar la buena imagen que, en lo general, tiene el concepto abstracto de izquierda, y de paso poderle cargar a sus adversarios las fallas normalmente asociadas al igualmente abstracto concepto de derecha. Entre ellas, con mucha frecuencia se acusa a ésta de hipócrita.
Es cuando menos llamativo que sea ahora López Obrador, y su coalición, la fracción hipócrita. Este término viene del griego, en donde significa “actor”, pero su uso normal en español se refiere a quien miente, a quien engaña, a un farsante. Y eso es lo que ahora está resultando el candidato perredista, frente a una derrota que no esperaba.
El domingo de la elección no hubo reportes de irregularidades, ni queja alguna, porque López Obrador pensaba que iba a ganar. Es más, estaba seguro. Tanto, que su muy cercano asesor, Manuel Camacho, publicó en estas páginas, el lunes 3 de julio, un artículo escrito precisamente en ese espíritu. Un artículo que iniciaba diciendo “los ciudadanos han triunfado”, y terminaba diciendo que el mandato del pueblo es “a favor del diálogo nacional y la concertación”. Y así es, pero con el otro candidato. ¿No es hipócrita, es decir farsante, escribir un texto así pensando en ganar, para hablar diferente cuando se pierde? Con toda facilidad, López Obrador acusó al IFE de haber desaparecido 3 millones de votos. Pero él sabía, y sabía su equipo, que esos votos estaban en las casillas con inconsistencias. Porque así ha sido desde el 2000, y porque ellos mismos, en la noche del domingo, estuvieron revisando la información de esas actas. Es decir: sabía en dónde estaban esos 3 millones de votos, pero mintió acusando al IFE de desaparecerlos, para poder argumentar un fraude inexistente.
Al día de hoy, los perdedores siguen hablando del PREP, cuya vida es tan efímera que el miércoles dejó de tener importancia. Insisten en fraudes informáticos, a sabiendas de que el miércoles pasado los distritos electorales contaron acta por acta y con frecuencia voto por voto, sin pasar nunca por ninguna computadora. El conteo distrital, para el que no lo sepa, es a mano. ¿Por qué, si no para mentir, se sigue hablando de fraude informático? Más aún, insiste López Obrador en que el PREP estuvo manipulado, porque Felipe Calderón empezó con ventaja y nunca la perdió. Esto es absolutamente falso, como lo puede comprobar quien quiera, viendo la bitácora de captura de las actas. En donde sí hubo manipulación, clara y transparente, fue en el conteo distrital, en donde los representantes de la alianza de López Obrador frenaron lo más que pudieron el conteo en los distritos en donde perdían, para que durante buena parte del conteo estuviese arriba su candidato. No sólo eso, sino que esperaban que los periódicos cerraran esa noche con la noticia de su ventaja, para que a la mañana siguiente pudiesen argumentar un fraude. Sólo el periódico La Jornada cometió semejante barbaridad.
La doble moral de López Obrador es un asunto aún más grave por la facilidad con que él mismo se califica de tener principios. No sólo eso, sino que ha dicho cientos de veces que él no miente. Mintió con los 3 millones de votos, miente con el fraude informático, miente con la manipulación del PREP (e implícitamente con la que ellos hicieron en el conteo distrital). Y miente cuando pide un conteo, voto por voto, sin pruebas para obtenerlo. De hecho, la impugnación que ahora hace la coalición es por las causales abstractas de la elección. Es decir, por cosas que ocurrieron que harían “ilegítima” la elección, aunque López Obrador haya dicho a Denise Maerker, el 28 de mayo, que la elección era legítima y legal, y que reconocería el resultado, cualquiera que éste fuera. Más mentiras de López Obrador, el candidato con principios, el que no miente. El hipócrita, más bien.
Nadie niega el derecho a impugnar resultados, pero hay que tener un poco de dignidad. López Obrador no perdió por un fraude, perdió por soberbio, por despreciar cientos de invitaciones, por no asistir a un debate, por callar al Presidente, y porque no preparó una estrategia para el 2 de julio. Por eso perdió, y más le valdría asumirlo.
Ante esta cruda realidad, vale la pena preguntar ante lo afirmado por López el 30 de enero del 2023 ¿QUIÉN ES EL VERDADERO FARSANTE? ¿Lorenzo Córdova que ha cumplido con su trabajo en el INE, o quien lo acusa de serlo? Usted que opina estimado lector.
Carlos Águila Franco es egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la carrera de Ciencias de la Comunicación, con la especialidad en Periodismo de Investigación.
Se especializó en Análisis Político y ha cursado Diplomados en Francia, España, Italia y Canadá.De 1984 a 1988 fue Profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, en las materias de Géneros periodísticos de opinión, y Taller de Comunicación.
Ha laborado en: Secretaría de Comunicaciones y Transportes, CONASUPO, Secretaria del Trabajo, PGR, PGJDF, Secretaría de Gobernación, DDF, Gobierno del estado de Sonora, como funcionario en áreas de Comunicación Social.
En 1988 inició su actividad en Medios de Comunicación escrita, en Diarios y Revistas de circulación nacional como Editorialista. Así como columnista para el Diario de los Ángeles, en el estado de California, EUA. Y en 1998, incursionó en la radio, como analista en temas de política.
A partir de 1999 ha sido conductor de programas radiofónicos especializados en análisis político, e invitado a mesas de debate en medios electrónicos.
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