Las Compras de Fentanilo en el Gobierno de la CDMX
Por Carlos Águila Franco
Inmersos en las investigaciones que el gobierno de los Estados Unidos realiza sobre el fentanilo debido a las muertes que está ocasionando en su población. En esa línea llama mucho la atención las compras que llevó a cabo el gobierno de la CDMX siendo Claudia Sheinbaum la jefa de gobierno, a un consorcio farmacéutico, entre otras cosas, de fentanilo, cuando esa empresa estaba inhabilitada, pero, además, una persona de ese consorcio era investigada por la Drug Enforcement Administration (DEA)
De acuerdo a lo difundido en Latinus por Mario Gutiérrez el 22 de agosto del 2023, se destaca que el gobierno de Sheinbaum le compró fentanilo a una empresa ligada a Carlos Lomelí, político de Morena que fue investigado por la DEA.
Señalando que, entre enero de 2021 y diciembre de 2022, la Secretaría de Salud de la Ciudad de México le dio 16 contratos por un monto de 165 millones de pesos a la empresa Abastecedora de Insumos para la Salud, por la compra de fentanilo, medicinas y material hospitalario. Cuando dicha empresa está ligada al consorcio farmacéutico de Carlos Lomelí, presidente del consejo estatal de Morena en Jalisco y actual regidor en Guadalajara.
Y sin importarle que la empresa estaba suspendida por dos años y medio para recibir contratos de cualquier gobierno, de acuerdo con un castigo de la Secretaría de la Función Pública impuesto en julio de 2020.
A través de esos contratos, el gobierno de la CDMX le dio recursos públicos a una empresa vinculada con Lomelí, quien ha estado bajo la vigilancia de la DEA y del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Destacándose que, en el 2010, Carlos Lomelí negoció con autoridades de los Estados Unidos para que él y su empresa Lomedic fueran borradas de una lista de personas y empresas relacionadas con el tráfico de drogas.
El Trato de Lomelí
El 26 de mayo del 2021, Mario Gutiérrez Vega publicó en Latinus: “Carlos Lomelí admitió que hizo negocios con el Cártel de Sinaloa y entregó 2.7 mdd a la DEA para librar acusaciones. Carlos Lomelí Bolaños, candidato de Morena a la alcaldía de Guadalajara, admitió que vendió precursores químicos al Cártel de Sinaloa y entregó bienes al gobierno de Estados Unidos por 2.7 millones de dólares para librarse de los cargos, de acuerdo con documentos y con el testimonio de dos ex agentes de la DEA. El ex delegado del gobierno federal en Jalisco y uno de los empresarios más cercanos al presidente Andrés Manuel López Obrador, confesó a cambio de que la agencia antinarcóticos de Estados Unidos suspendiera la investigación iniciada en su contra en 2006 y para que la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) lo quitara a él y a su entonces farmacéutica Lomedic de la lista de empresas y personas relacionadas con el narcotráfico.
La negociación con el gobierno de Estados Unidos y la admisión de responsabilidades ante la DEA sucedió en 2010. La empresa fue acusada en 2008 por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos de ser una fachada para el lavado de dinero del Cártel de los Amezcua Contreras y congeló todos los bienes y cuentas bancarias de Lomelí, su familia y su empresa en territorio estadounidense. Entonces, el candidato de Morena también fue señalado por la OFAC de apoyar el desvío ilegal de precursores de metanfetaminas.
Los documentos y las declaraciones obtenidas por Latinus contradicen al candidato de Morena a la Presidencia Municipal de Guadalajara, que públicamente ha insistido en que el gobierno de Estados Unidos lo sacó de la lista de OFAC porque no encontró elementos en su contra.
Una sentencia final de confiscamiento emitida por un juez de Distrito de El Paso el 27 de enero de 2011, detalla que Lomelí entregó de forma voluntaria sus bienes al gobierno de Estados Unidos y estuvo involucrado en la distribución de tabletas Lovarin-P para fabricar metanfetamina, así como en lavado de dinero. La cuenta más grande, abierta en una subsidiaria del Banco New York Mellon, tenía depositados 1.9 millones de dólares. Las otras dos fueron incautadas con un saldo de 602 mil y 100 mil dólares, respectivamente.
Relación con el Cártel de Sinaloa
La declaración de responsabilidad y su asociación con el Cártel de Sinaloa, hasta ahora desconocida públicamente, fue narrada por un agente de la DEA en una reunión privada realizada en la embajada de Estados Unidos en México en marzo de 2012. Ahí estaban presentes dos agentes de la DEA, la agregada de la OFAC en México y un grupo de abogados. “Lomelí habló con el gobierno de Estados Unidos, les dijo lo que sabía y dejó que Estados Unidos congelara $2.7 millones (de dólares) de sus activos. Admitió que vendió al crimen organizado, incluido el Cártel de Sinaloa, y firmó reconociendo su culpabilidad en una demostración de buena fe”, dijo uno de los agentes de la DEA identificado como “M”, según un registro escrito de 13 páginas al cual tuvo acceso Latinus.
Para corroborar la veracidad de lo que ahí se consignó, Latinus entrevistó a dos ex agentes de la DEA que conocieron de cerca la investigación en contra del hoy candidato de Morena a la alcaldía de Guadalajara. “Lomelí nunca fue documentado como informante, pero bajo su libertad se puso de acuerdo con la oficina (la DEA) para colaborar. Lo que Lomelí nos dijo es que se asoció principalmente con Sinaloa, lo que se llamaba entonces la Federación, con ‘Nacho’ Coronel, ‘Mayo’ Zambada, ‘El Chapo’, con ‘los Güeros’, los Rodríguez Olivera y otros que trabajaban ahí. Esa gente eran sus clientes”, refiere uno de los agentes entrevistados que estuvo 25 años en la DEA, cinco de ellos trabajando en México.
La negociación con la DEA
De acuerdo con el ex oficial de antinarcóticos, la DEA comenzó a investigar a Lomelí en 2006 y meses después el empresario farmacéutico se convirtió en un objetivo prioritario para la oficina antidrogas de Estados Unidos. “Traía una empresa clave para los narcos. Era un blanco importante porque a través de la industria farmacéutica los narcos conseguían sus productos”, detalla el agente.
En octubre de 2008, la OFAC notificó a Lomelí y a su entonces empresa Lomedic que eran parte de la lista de personas y empresas sospechosas de hacer negocios con traficantes de drogas. Días después del aviso, el Departamento del Tesoro les congeló sus cuentas bancarias e incautó sus bienes en Estados Unidos. La DEA, que ya lo investigaba por facilitar químicos para elaborar drogas sintéticas, generó una alerta para Lomelí. El empresario, cuyo avión privado aterrizaba con frecuencia en el aeropuerto de El Paso, Texas, fue retenido, y él fue interrogado en esa terminal aérea por un policía de la DEA y un oficial de inmigración, de acuerdo con los dos agentes antinarcóticos entrevistados por Latinus.
Después de este primer interrogatorio, el hoy candidato de Morena a la alcaldía de Guadalajara fue dejado en libertad con la condición de que continuara en contacto con los oficiales de la agencia que llevaban su investigación. Después de meses de proporcionar información sobre sus vínculos con el crimen organizado y negociar la entrega de sus bienes al gobierno de Estados Unidos, Lomelí recibió el 9 enero de 2011 la notificación del cierre de la investigación y el 27 de enero el juez de Distrito Frank Montalvo firmó la sentencia definitiva de confiscación de sus bienes.
Un año después, el 10 de enero de 2012, el director de la OFAC, Adam J. Szubin, hizo una notificación pública sobre la salida de Lomelí y de su entonces empresa Lomedic de la lista de personas y entidades bloqueadas por el Departamento del Tesoro. “Como parte de su acuerdo tenía que decir que iba a separarse de los narcos, que ya no iba a colaborar con ellos, no aceptar dinero ni lavar dinero por ellos”, indica el segundo agente de la DEA entrevistado por Latinus, quien ocupó cargos de dirección en la agencia estadounidense.
Lomelí siguió en el negocio farmacéutico y se convirtió en 2015 en diputado federal plurinominal postulado por Movimiento Ciudadano, aunque más tarde pasó a formar parte de la bancada de Morena. Dos años después, en agosto de 2017, el Departamento del Tesoro, señaló de nuevo a una empresa en la que Lomelí era socio. Servicios Educativos y de Negocios apareció en una lista de la OFAC como parte de una red de empresas ligadas al narcotraficante Raúl Flores Hernández.
En 2018, con Lomelí ya en el proyecto político de Andrés Manuel López Obrador, el empresario fue postulado por Morena como candidato a la gubernatura de Jalisco. Tras perder la elección con Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano, Lomelí fue designado por el presidente López Obrador como delegado del gobierno federal en Jalisco y renunció en julio de 2019, cuando las empresas farmacéuticas de las que era dueño eran investigadas por la Secretaría de la Función Pública por la venta de medicamentos al gobierno”.
Ante esta cruda realidad estimados lectores, seguramente la compra de fentanilo y otros productos a esa empresa, fueron parte de las “Políticas Exitosas” de Sheinbaum en la CDMX. O usted qué opina.
Carlos Águila Franco es egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la carrera de Ciencias de la Comunicación, con la especialidad en Periodismo de Investigación.
Se especializó en Análisis Político y ha cursado Diplomados en Francia, España, Italia y Canadá. De 1984 a 1988 fue Profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, en las materias de Géneros periodísticos de opinión, y Taller de Comunicación.
Ha laborado en: Secretaría de Comunicaciones y Transportes, CONASUPO, Secretaria del Trabajo, PGR, PGJDF, Secretaría de Gobernación, DDF, Gobierno del estado de Sonora, como funcionario en áreas de Comunicación Social.
En 1988 inició su actividad en Medios de Comunicación escrita, en Diarios y Revistas de circulación nacional como Editorialista. Así como columnista para el Diario de los Ángeles, en el estado de California, EUA. Y en 1998, incursionó en la radio, como analista en temas de política.
A partir de 1999 ha sido conductor de programas radiofónicos especializados en análisis político, e invitado a mesas de debate en medios electrónicos.
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