De Frente y Claro

¿Se le puede creer a Sheinbaum que las elecciones en 2024 serán pacíficas?

Por Carlos Águila Franco

Nuevamente quien será la candidata a la presidencia de la República por Morena y sus partidos lacayos, Claudia Sheinbaum, vertió declaraciones que nos llevan a analizarlas para determinar si miente, nos quiere engañar o de plano vive en otro país. El tema por demás importante fue las elecciones del 2 de junio del 2024, de las que afirma, “va a ser una elección pacífica”. Esto lo expresó durante una Asamblea que se llevó a cabo en la Alcaldía Xochimilco en la CDMX.

Y con lo que bien podría definirse, como descaro o exceso de cinismo, Sheinbaum, descartó que la inseguridad escale en el proceso electoral, “No lo creo, habrá provocaciones, siempre las hay, pero va a ser una elección pacífica”, aseveró en entrevista, en la que fue cuestionada sobre el presunto ataque con drones a pobladores de Buenavista, Guerrero, por parte de presuntos integrantes de la organización criminal “La Familia Michoacana”.

¿ELECCIONES PACÍFICAS EN 2024?

En verdad es de llamar la atención que ante el enorme Caos que se vive nuestro querido México con la incontrolable inseguridad, violencia, y lo que aconteció durante las elecciones intermedias del 2021, donde claramente hubo intervención del crimen organizado, de los Cárteles del narcotráfico, influyendo para inclinar la balanza en quienes ganaran esas elecciones, que Sheinbaum afirme que habrá elecciones pacíficas. Insisto en que puede ser descaro, cinismo o síntomas de Alzheimer, al pretender minimizar o de plano ignorar lo que acontece en casi todo el país.

En ese tenor, el diario Universal difundió el 7 de enero del 2024, “Irrupción del crimen en elecciones: perfilan 2024 violento contra candidatos”, destacándose por parte de Analistas e investigadores, que hampa influye en la vida pública de las entidades; aumentan ataques y amenazas contra políticos. Y qué, rumbo a las elecciones más grandes en la historia de México, la violencia criminal aumentará y se recrudecerá contra candidatos y sus equipos de campaña, pues el crimen organizado, coludido con políticos y profundamente inmerso en los estados, tratará de mantener o crear nuevas alianzas.

Lo anterior está basado en estudios cualitativos y de métricas, y por ello analistas políticos e investigadores afirman que los grupos delincuenciales, a través de la imposición de su autoridad, ya influyen en la vida pública de las entidades al bajar, subir o conservar en el poder a esferas aliadas que facilitan la expansión de sus actividades. En esa línea, información del proyecto de investigación “Votar entre balas” dan a conocer que desde 2018 hasta lo que va de 2024, en el país se registraron mil 546 ataques de violencia criminal dirigidos contra candidatos o personas relacionadas con sus aspiraciones, entre los que se enumeran amenazas, asesinatos, ataques armados, atentados, desapariciones y secuestros. Hasta noviembre de 2023, 12 candidatos fueron asesinados desde las pasadas elecciones federales y si bien no parece una cifra elevada, Itxaro Arteta, vocera de dicha iniciativa de la ONG Data Cívica, asegura a EL UNIVERSAL que este sector junto con precandidatos, funcionarios y equipos de campaña del ámbito municipal, son el grupo más afectado, con 82% de incidencia.

Señalando que en la penúltima semana de diciembre y los primeros días de enero acontecieron 4 homicidios de precandidatos y aspirantes. Ricardo Taja Ramírez, de Morena, el 21 de diciembre, en Acapulco, Guerrero; el 5 de enero siguieron los asesinatos de Sergio Hueso, de Movimiento Ciudadano, en Armería, Colima, y un día después, Alfredo Giovanni Lezama Barrera y David Rey González, del Partido Acción Nacional en Cuautla, Morelos, y la coalición entre PRI, PAN y PRD en Suchiate, Chiapas, respectivamente. Y si bien aparentemente no representan un volumen amplio, sí lo son, dado que conforman la tercera parte del total de asesinatos ocurridos en seis años.

Arteta Monteagudo indica que en el periodo electoral de 2018 ocurrieron 103 agresiones criminales contra candidatos y sus equipos, y para las elecciones intermedias de 2021 fueron 118: “Enero empezó fuerte. Según las tendencias, mayo es el mes en que debemos estar más alerta porque aumentan las agresiones. Detectamos que los ataques se dan cuando hay reacomodos de poder y transiciones, lo cual suena paradójico, pero cambiar al partido que tenía el control implica renovar el pacto que existía con el crimen organizado o colocar a alguien que lo mantenga”, detalla.

En 2018, los equipos de los candidatos fueron el grupo al que más agresiones se dirigieron y en el proceso electoral de 2021 también, hecho que augura que en 2024 pueda ocurrir lo mismo, no sólo por el número de puestos a elegir, sino por los despliegues militares, las situaciones de violencia generalizada y la poca atención al tema por parte del gobierno federal. Para el analista político José Antonio Crespo: “El crimen organizado tiene vínculos con policías, autoridades municipales o federales que podrían estar en el juego, no ejerciendo la violencia directamente, pero sí en complicidades políticas de narco y gobierno, y su tarea consta de cuál candidato consideran que va a jugar con ellos, cuál escogen e intimidar a quien no le entre”.

En el mismo tenor, la Agencia Cuestión de Polémica difundió el 8 de enero del 2024: “Crimen organizado amenaza elecciones en municipios del Sur del Edomex”. Señalando que, en el inicio del proceso electoral en el Estado de México, habitantes de municipios del sur pidieron a las autoridades la presencia permanente de las fuerzas militares y de la Guardia Nacional, para mantener la seguridad. Los pobladores de Texcaltitlán, Almoloya de Alquisiras, Ixtapan de la Sal, Tonatico, Sultepec, Tenancingo, Villa Guerrero, Amatepec, Tejupilco, Luvianos, Tlatlaya, Temascaltepec y Valle de Bravo, entre otros, expusieron su temor que los delincuentes busquen intervenir en el proceso electoral.

Recordando que en 2021 las elecciones se vieron influidas por el crimen organizado, es decir, infectaron la democracia de intereses particulares, sobre el interés general de la comunidad, reveló el “Diagnóstico de las Preferencias Electorales en Municipios del Sur del Estado de México”, realizado por Carlos Alberto Solano para licenciarse en Derecho por la Universidad Autónoma del Estado de México. Donde expuso que al menos en los municipios de Valle de Bravo, San Simón de Guerrero, Temascaltepec, Tejupilco de Hidalgo y Amatepec el crimen organizado no dejó realizar campañas a los candidatos que ellos no consideraban como buenos para sus fines.

Siendo el caso más representativo de la intervención del crimen organizado, fue en Temascaltepec, donde los candidatos de otros partidos como Encuentro Social, Redes Sociales Progresistas (RSP), Morena y Verde Ecologista no realizaron campaña; solo el candidato de la coalición Va Por México, hizo actos proselitistas y de propaganda política.

Alberto Solano anotó en su tesina que esas prácticas merman la democracia y la efectividad del sufragio tanto activo (capacidad para elegir) como pasivo (derecho a ser votado). “Con ello, estamos regresando a las prácticas del “dedazo” como cuando los candidatos eran puestos en sus cargos públicos y no se elegían mediante los principios de representación o mayoría relativa”.

Importante destacar que de acuerdo a Información del Sistema Geográfico Electoral (SIGE 2021) del Instituto Electoral del Estado de México, en la región sur de la entidad conformada por 28 municipios circunscritos en tres distritos electorales locales, estaban inscritos en Lista Nominal 834 mil 968 ciudadanos con credencial para votar. Donde además de 28 presidentes municipales, se elegirán diputados locales para los distritos 7 de Tenancingo de Degollado que abarca seis municipios, 9 de Tejupilco que circunda a 12 demarcaciones y 10 de Valle de Bravo que abarca también 10 municipios.

Por otra parte, en el Diario la Razón, el 10 de enero del 2024, se publicó: “Se triplica violencia político-electoral y aún no inician campañas”. Mencionando que se incrementan 207% asesinatos y atentados contra aspirantes, militantes; en 2018 fueron 171, en 2023 ya sumaban 529; y al inicio del 2024 van 4 crímenes. Lo anterior ha acontecido sin el inicio formal de las campañas electorales, y la violencia político-electoral se ha recrudecido y ha alcanzado un incremento del 207 por ciento, el triple comparado con el proceso electoral presidencial del 2018. Estos datos son de acuerdo con el proyecto Data Cívica.

Y aunque en la base de datos aún no se refleja, para este 2024 ya se tuvo cuenta de tres homicidios contra aspirantes a un cargo de elección cometidos en menos de 24 horas entre el 4 y 5 de enero: el del panista Giovanni Lezama, en Morelos; el del emecista Sergio Hueso, en Colima, y el caso de David Rey, quien buscaba abanderar al PAN, PRI y PRD por un cargo local en Chiapas, a lo que se suma el asesinato el 21 de diciembre del morenista Ricardo Taja, que buscaba la alcaldía de Acapulco por Morena.

Si bien lo anterior no ubica al 2024 como el de inicio más violento en el sexenio de López, sí lo posiciona como el segundo lugar detrás del arranque del 2023, en el que, hasta el 5 de enero, ya habían acontecido cinco ataques armados, de los cuales tres derivaron en asesinatos.

Este contexto hizo que en marzo del 2021 la Secretaría de Seguridad Pública elaborara la “Estrategia de Protección en Contexto Electoral” para frenar la intervención de grupos criminales, por medio de la coordinación con los tres niveles de Gobierno en el país, sobre todo en las zonas más vulnerables. Teniendo como acciones que el Gobierno federal presentara algunas medidas de protección para las que hasta ahora son las dos precandidatas presidenciales, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, con acompañamiento de la Secretaría de la Defensa Nacional para blindarlas en sus recorridos por el país.

En cuanto al Poder Legislativo, el tema motivó debates, discusiones y descalificaciones entre los partidos, pero casi nula acción por llevar a cabo soluciones. Únicamente se ha presentado un proyecto de iniciativa para engrosar la legislación ante la intervención del crimen organizado, que propuso el priista Rubén Moreira.

De los cambios propuestos, se propone anular las elecciones cuando se confirme la participación de la delincuencia organizada y también para adicionar al Código Penal Federal los delitos relacionados con esto y los homicidios cometidos por organizaciones delictivas, de manera que sean imprescriptibles. Pero el proyecto no ha avanzado. Propiciando que los mismos partidos busquen intervenir. En diciembre del 2023, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) presentó un proyecto para intentar identificar los puntos rojos en donde el crimen organizado se ha hecho presente para el proceso electoral que culminará este 2 de junio, el día en que se celebrarán las elecciones más grandes del país.

Para Daniela Arias, coordinadora del Laboratorio Electoral, este problema deriva de una falta de esfuerzos por parte de las autoridades para frenar la intervención criminal en los comicios. Destacando que, a partir del 7 de septiembre del 2023, cuando se declaró el inicio del proceso electoral en curso, la organización comenzó a documentar diferentes tipos de violencia vinculados a esta materia, con lo que el registro hasta ahora ya llegó a 80 casos de personas violentadas, entre los cuales hay cuatro registros que involucran a familiares de aspirantes a una candidatura.

Agregando que, de manera preliminar, se comienza a identificar que algunas zonas que registraron violencia en el 2018 lo vuelven a registrar dentro del actual proceso, como Guerrero, donde los casos entre ambos períodos han pasado de 13 a 24, y Chiapas, que pasó de 2 a 6. En Nuevo León pasaron de 0 a 7 y en Baja California, de 1 a 5. Destacando: “Vale la pena destacar que no es la primera vez que esta problemática se registra en México. El tipo de violencia que más se presenta es hacia precandidatos, como aspirantes, y es una forma de frenar e interferir de alguna forma algunos actores para no perder ciertos privilegios, mantener el control de la zona e, incluso, lograr que se cancelen las elecciones en ese lugar”.

Todo lo anterior que se refiere a la peligrosa y preocupante violencia e inseguridad que puede prevalecer en las próximas elecciones del 2 de junio del 2024 en el país, tal parece que Sheinbaum, no lo sabe, no se lo han informado, no lee, no le importa, o quizás, tenga la certeza que a ella no le afectará y antes al contrario, le resulte a su favor beneficiándola. Patética realidad.

Carlos Águila Franco es egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la carrera de Ciencias de la Comunicación, con la especialidad en Periodismo de Investigación.

Se especializó en Análisis Político y ha cursado Diplomados en Francia, España, Italia y Canadá. De 1984 a 1988 fue Profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, en las materias de Géneros periodísticos de opinión, y Taller de Comunicación.

Ha laborado en: Secretaría de Comunicaciones y Transportes, CONASUPO, Secretaría del Trabajo, PGR, PGJDF, Secretaría de Gobernación, DDF, Gobierno del estado de Sonora, como funcionario en áreas de Comunicación Social.

En 1988 inició su actividad en Medios de Comunicación escrita, en Diarios y Revistas de circulación nacional como Editorialista. Así como columnista para el Diario de los Ángeles, en el estado de California, EUA. Y en 1998, incursionó en la radio, como analista en temas de política.

A partir de 1999 ha sido conductor de programas radiofónicos especializados en análisis político, e invitado a mesas de debate en medios electrónicos.