En la 4T siguen endeudando al país
Por Carlos Águila Franco
Mucho se ha comentado y además presumido, de que López y su 4-T no han endeudado al país como lo hacían los neoliberales, la Mafia en el Poder. Inclusive, me ha llamado mucho la atención que en diversos programas de opinión y en programas de finanzas se ha externado algo similar. Es más, el martes por la noche en un programa de El Financiero escuche lo mismo.
Por ello me llamó mucho la atención lo dado a conocer por el Centro México Evalúa, respecto a que desde el 2019 el gobierno federal se ha endeudado más de lo que ha gastado en la inversión física, de acuerdo con un análisis que realizaron.
En este Análisis se señala que si bien en el 2019 la diferencia entre el gasto en inversión y los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) llegó a 5,000 millones de pesos, a lo largo del tiempo esto se ha incrementado.
Al cierre del 2022, acorde a los datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el gobierno gastó 934,744 millones de pesos en inversión física, mientras que los RFSP fueron por 1 billón 260,915 millones de pesos.
Destacando Mariana Campos, quien es coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa: “Pasamos de una narrativa de la austeridad a una realidad de laxitud fiscal Un mayor techo de endeudamiento en una economía más pequeña puede ejercer una mayor presión fiscal. El gobierno debe tener un control importante”.
Agregando que el año pasado el sector público incurrió en un endeudamiento histórico, que representó 4.4% del Producto Interno Bruto (PIB). Además, resultó 264,000 millones de pesos mayor a lo aprobado por el Congreso para el año.
MÁS ENDEUDAMIENTO
México Evalúa asevera que en la actual administración se ha tenido una tendencia creciente respecto al endeudamiento, y esto podría incrementar hacia el cierre del sexenio por los procesos electorales, ya que usualmente no se promueve el cobro de impuestos y se impulsa el gasto social. El entorno electoral no incentiva la disciplina presupuestaria y, por otro lado, tenemos unos fondos de estabilización mermados que no ayudan a que el gobierno reaccione, entonces sí hay focos rojos.
Por su parte, Jorge Cano, quien es investigador del Centro México Evalúa, externó que, si bien el año pasado la inversión física creció significativamente, esto se debe principalmente a los recursos que se destinan a obras emblemáticas del gobierno, donde el Tren Maya ha sido el consentido.
El año pasado, el gasto en inversión física resultó 25.2% mayor al que se reportó en el 2021. Siendo el mayor crecimiento para este gasto desde el 2009, cuando los recursos destinados a la infraestructura pública aumentaron en 39.5%, con lo que se ubicó en su mayor nivel del sexenio; sin embargo, está 4% por debajo del nivel promedio del sexenio de Enrique Peña Nieto. Y si se descuentan obras insignia como el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas, la inversión física fue de solo 609,000 millones de pesos.
En el caso del Tren Maya, el gasto ejercido fue de 178,600 millones de pesos, 373% mayor al año previo y sobrepasó en 181% el gasto que le fue aprobado para ese año.
Respecto a la Refinería Dos Bocas, se gastaron 146,000 millones de pesos, 19% mayor al 2021 y 225% más a lo aprobado.
Importante es conocer lo que en realidad está sucediendo en México en este tema, porque finalmente como ha sucedido a lo largo de nuestra historia, los presidentes en turno se dedican a endeudar al país y después ellos se van, dejando cada vez más deuda y más endeudados a los mexicanos.
Claro está que si lo que se pide de deuda se comprueba en que se gastó e invirtió realmente y es de beneficio para los mexicanos y el país, no hay problema. Pero como ha sucedido, piden y piden préstamos y nadie sabe a dónde fueron a parar esos miles de millones de pesos, sino es que a la bolsa de estos políticos ladrones.
O peor aún, que endeuden al país utilizando el dinero en despilfarros que de nada sirven a los mexicanos, ni al país. Como está sucediendo desde el 1 de diciembre del 2028 con López y su fallida 4-T. Porque gastar miles de millones en programas sociales que además fracasan, y que son solamente para comprar votos y tener a la gente atenida a lo que les dan, sin que quieran esforzarse en trabajar o los jóvenes en estudiar, y mucho menos sacarán a la gente de la pobreza en que viven, no sirve de nada.
Al igual que gastar en obras llamadas Prioritarias, como el Trenecito Maya, la Refinería Dos Bocas, que fue inaugurada pero no refina ni un solo litro de gasolina y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) que más bien parece un aeropuerto militar de lujo, pero que como aeropuerto civil ha sido un total fracaso, es cuando cuestionamos que endeuden al país despilfarrando el dinero en ello.
Así conocemos la verdadera realidad, que, para variar, nos la han querido esconder a base de mentiras afirmando que NO HAN ENDEUDA MÁS AL PAÍS, porque ellos no son iguales. ¡Claro que no! Porque son peores.
Carlos Águila Franco es egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la carrera de Ciencias de la Comunicación, con la especialidad en Periodismo de Investigación.
Se especializó en Análisis Político y ha cursado Diplomados en Francia, España, Italia y Canadá.De 1984 a 1988 fue Profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, en las materias de Géneros periodísticos de opinión, y Taller de Comunicación.
Ha laborado en: Secretaría de Comunicaciones y Transportes, CONASUPO, Secretaria del Trabajo, PGR, PGJDF, Secretaría de Gobernación, DDF, Gobierno del estado de Sonora, como funcionario en áreas de Comunicación Social.
En 1988 inició su actividad en Medios de Comunicación escrita, en Diarios y Revistas de circulación nacional como Editorialista. Así como columnista para el Diario de los Ángeles, en el estado de California, EUA.
Y en 1998, incursionó en la radio, como analista en temas de política.
A partir de 1999 ha sido conductor de programas radiofónicos especializados en análisis político, e invitado a mesas de debate en medios electrónicos.
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