La Casa Blanca anunció que pospondrá hasta el 2 de abril la imposición de un arancel del 25 % a los automóviles importados desde México y Canadá. La medida, que forma parte de la estrategia comercial de la administración Trump, busca presionar a ambos países para reducir el tráfico de fentanilo.
Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, informó en conferencia de prensa que el gobierno concederá una exención de un mes a los automóviles ingresados bajo el T-MEC.
La decisión surge tras conversaciones entre funcionarios estadounidenses y los principales fabricantes de autos en Norteamérica: General Motors (GM), Ford y Stellantis.
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El retraso en la aplicación de los aranceles impulsó las acciones de estos fabricantes en Wall Street, con aumentos de hasta el 8.5 %. La industria automotriz de la región está fuertemente integrada, con componentes que cruzan las fronteras varias veces antes de ensamblar un vehículo.
Desde su regreso a la presidencia, Trump ha endurecido su política arancelaria para reducir déficits comerciales y atraer inversiones. Sin embargo, esta estrategia también ha generado tensiones con sus socios comerciales, en especial con México y Canadá.
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