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Diego Dávila Cardoso

El Enfoque Psicológico del Deporte

La cohesión ha sido investigada en varias de las áreas de la Psicología, pero centrado en el deporte se puede definir como “un proceso dinámico que se ve reflejado en la tendencia que tiene un grupo a juntarse y mantenerse unido.

La importancia de la cohesión de equipo en el deporte

Por Diego Dávila Cardozo

En la mayoría de los deportes, el equipo es una de las partes más importantes que existen para que el juego se pueda realizar, ejemplo de ello es el futbol, futbol americano, basquetbol, beisbol, voleibol, por mencionar algunos de los más famosos. En ellos, difieren en reglas, número de jugadores, cambios, pero hay una situación en la que todos coinciden, “el equipo”, y esto no difiere si es un equipo en un nivel escolar, formativo, amateur o profesional, ya que con sus diferencias se busca crear un ambiente adecuado que favorezca la comunicación, la diversión y la competencia deportiva.

La cohesión ha sido investigada en varias de las áreas de la Psicología, pero centrado en el deporte se puede definir como “un proceso dinámico que se ve reflejado en la tendencia que tiene un grupo a juntarse y mantenerse unido en búsqueda de sus objetivos instrumentales y/o para la satisfacción de las necesidades afectivas de sus miembros” como lo menciona Carron, Brawley & Widmeyer en 1998. Por tanto, la cohesión es una de las características claves en un grupo que se menciona como crucial en el éxito de los equipos deportivos, ya que dependiendo de ella los objetivos, metas y resultado se verán premiados durante la temporada en la que se participa.

Dicha cohesión se ve determinada en dos sentidos; la de tarea, donde los integrantes del equipo trabajan en conjunto para lograr objetivos comunes “hacer las cosas de una manera determinada” y la social donde los miembros sienten un grado de afinidad en el cual disfrutan estar juntos, por ende, la importancia de que ambos estén presentes, pudiendo comenzar de cualquiera de las dos maneras.

Para que un equipo llegue a la cohesión se plantean ciertas fases que tendrá que pasar un equipo, las cuales no necesariamente tendrán que ser lineales y para su explicación se utilizará el ejemplo del club América en la presente temporada y la situación actual de la que se habla en redes sociales sobre el posible rompimiento de vestidor.

La fase uno será la de formación, dónde el grupo comienza a identificar los objetivos del grupo, se empiezan a conocer y comienzan los vínculos sociales. En ello podemos encontrar que es un equipo con algunas incorporaciones, por lo que los jugadores se centran en situaciones de duda por el puesto que ocupan. Mientras que la segunda fase y la que al parecer está sucediendo es la de conflicto, donde aparecen inconformidades con el entrenador principalmente si antes eran titulares y ahora no lo son o los líderes pierden algún tipo de poder tomando otros, como parece ser el caso, por lo que muestran síntomas de baja productividad o creación de subgrupos para generar alguna división, para ello será necesario que el entrenador pueda mediar, gestionar y canalizar las situaciones de un modo positivo y que sea productivo para el equipo en lugar de preocuparse en demasía por las situaciones que se están viviendo.

La fase tres se ve encaminada a la normalización, donde se comienza a asentar y tomar forma y que con la experiencia de la fase anterior se busca incorporar reglas y normas que hagan que grupo funcione de manera productiva, en ello se comprende lo que se va a trabajar, los objetivos son claros y el equipo en conjunto busca el máximo esfuerzo. La fase número cuatro será la culminación de la fase anterior, donde se ponen todos los esfuerzos en búsqueda del éxito del equipo, por lo que están estructurados, organizados, funcionan de manera técnica, táctica y física y cooperan para alcanzar las metas. Para llegar por último a la disolución del grupo esto normalmente cuando termina la temporada y que si bien, pueden quedar o salir jugadores, no será el mismo grupo y tendrá fortalezas diferentes al equipo actual.

Como se puede observar, el equipo actualmente se encuentra en la fase número dos, donde existen algunos inconvenientes que son necesarios hasta cierto punto para poder arreglarlas y sostenerlas con el fin de lograr los objetivos planteados. Para ello, la implementación del psicólogo del deporte será de gran apoyo primero en la identificación de la dinámica del grupo, teniendo la experiencia de ciertas fases y cómo utilizar herramientas adecuadas en cada una de ellas para poder dirigir las conductas del grupo y cuerpo técnico, para posteriormente y en colaboración con el cuerpo técnico buscar alternativas para poder pasar de forma efectiva las demás fases y poder sostenerlas durante la temporada.

Para ello existen algunos consejos para gestionar la cohesión grupal, los cuales se mencionan a continuación:

  1. Mejorar la comunicación es parte fundamental, por lo que crear reuniones periódicas donde se favorezca la comunicación entre líderes, equipo y cuerpo técnico siempre de manera asertiva y con un feedback positivo.
  2. Los objetivos son importantes, por ello será necesario que entre todos puedan generar objetivos a corto, mediano y largo plazo (durante la temporada) siendo específicos, medibles, alcanzables, realistas y con un tiempo determinado
    (evitar objetivos de resultado, por ejemplo: meter mínimo 3 goles y ganar todos los partidos, ya que si no se logran pueden generar frustración y enojo lo que baja los niveles de motivación).
  3. Conocer los valores, gustos, intereses, afinidades de cada integrante y demostrar un verdadero interés por la vida del otro fuera del deporte eso hará que se sientan más comprometidos con el grupo.
  4. Fomentar las actividades sociales, donde lo más común son los asados, los cuales siempre deberán tener una finalidad previa, como el convivir con jugadores con los que tal vez no son afines o conviven poco.

Cabe mencionar que dichas fases dependerán específicamente del tipo del grupo en que nos encontremos, por tanto, las prioridades serán diferentes y apoyadas por el psicológico del deporte en la consecución de resultados.

Diego Dávila Cardoso es Licenciado en Psicología por la Universidad del Valle de México, con formación en psicología clínica, social, educativa y organizacional.

Máster en Psicología del Deporte por la Sociedad Iberoamericana de Psicología del Deporte (En curso).

Cursos “Bases prácticas de la Psicología del Deporte”, “Herramientas Psicológicas para el entrenador deportivo”.

Diplomado “Psicología y Rendimiento Deportivo”.

Psicólogo del deporte en Club Universidad Nacional.

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