Las dificultades de la psicología en el deporte
Por Diego Dávila Cardoso
Durante muchos años la psicología ha sido tema de conversación en cuanto a su inclusión en la sociedad en el apoyo a diferentes temas emocionales, de trastornos, conductas y comportamientos que, a diferencia de otras épocas se ha ido desmitificando con el paso del tiempo. Sin embargo, también es cierto que a pesar de estos avances aún existen pensamientos negativos hacia esta ciencia derivado de nuestra cultura, la sociedad y diversos factores externos como la poca información acerca de lo que la psicología puede abarcar comparándola con la psiquiatría o el coaching por mencionar algunos ejemplos.
Desde este contexto, la dificultades en áreas de la salud, organización, educación, política, social y por supuesto deportiva se han visto acotadas en el ámbito psicológico derivado de miles de creencias acerca de cómo la psicología puede apoyar a estas áreas, ya que se plantea de manera muy común que esta ciencia solo es para “locos” o quienes tienen problemas de personalidad poco “normales” para la cultura en la cual el acto de atender la salud mental es un hecho de debilidad, locura, por mencionar las más comunes.
Por tanto, la psicología del deporte no ha sido la excepción y el incluir a un profesional en una institución deportiva ha sido más por el desarrollo mostrado en países europeos que por el entendimiento y la necesidad del entrenamiento y rendimiento mental en los deportistas. Esto ha generado que las funciones del profesional de la salud mental se vean restringidas y no se aproveche de la mejor manera en post del desarrollo en entrenamientos, torneos y demás competencias en deportes individuales o de conjunto.
Si bien, la psicología del deporte cada vez es más importante en el ámbito deportivo, también es cierto que aun queda por hacer mucho más para que este tipo de profesionales sean bien incluidos en los equipos de trabajo entendiéndolos como parte del entrenamiento mental en el deporte y no solo como reguladores o controladores de emociones para que solo puedan entrenar o desempeñarse en competencia de forma inmediata utilizándolos como un placebo o como una bandita que solo funcionará en el momento y que podrá presentarse de forma continua con intensidades diferentes durante el ciclo competitivo.
En el deporte, existen frases muy comunes como; no tiene personalidad, es muy emocional, esta muy ansioso, no tiene actitud, necesita estar más motivado, mete sus problemas personales en el deporte, está inseguro y la va a fallar, entre otras que alguna vez se han escuchado en este ámbito y que denotan cierto conocimiento, pero que a su vez se trata de resolver principalmente con la experiencia o vivencias de entrenadores o prácticas de los mismos deportistas por falta de información, situación económica, por ego o porque aún no se tiene un especialista de la salud mental, mientras que cuando se tiene, existen ciertas restricciones que condicionan e entrenamiento mental de deportista o equipo involucrado.
Con base en lo anterior, será importante que dirigentes de federaciones, clubs, entrenadores, deportistas y demás personal inmerso en el deporte en general pueda recibir información concreta del trabajo del Psicólogo y las funciones a desempeñar dentro del equipo de trabajo, así como la delegación de sus funciones, la inclusión en los proyectos de formación, desarrollo y consolidación de deportistas, planeación de ciclos pre – competencia, competencia y post – competencia, educación de los valores deportivos, la incidencia de la iniciación deportiva y demás situaciones en las que el psicólogo podrá aportar en su especialización.
Como se puede observar, la ruta del Psicólogo en el deporte aún es larga y aunque existe un gran avance la finalidad será; sin protagonismo, tener tanta importancia como el entrenador, el preparador físico, el médico o el nutriólogo como parte del equipo multidisciplinario que apoye al o los deportistas en la consecución de sus metas deportivas.
Supongo que es tentador tratar todo como si fuera un clavo, si la única herramienta que tienes es un martillo. (Abraham Maslow)
Diego Dávila Cardoso es Licenciado en Psicología por la Universidad del Valle de México, con formación en psicología clínica, social, educativa y organizacional.
Máster en Psicología del Deporte por la Sociedad Iberoamericana de Psicología del Deporte (En curso).
Cursos “Bases prácticas de la Psicología del Deporte”, “Herramientas Psicológicas para el entrenador deportivo”.
Diplomado “Psicología y Rendimiento Deportivo”.
Psicólogo del deporte en Club Universidad Nacional.
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