El principio de oralidad, establecido en el Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares (CNPCyF), tiene como propósito fundamental que las partes involucradas en un juicio entiendan las razones del fallo judicial, aseguró el magistrado Yaopol Pérez Amaya Jiménez, del Poder Judicial de la Ciudad de México (PJCDMX). Este enfoque busca también legitimar a la autoridad jurisdiccional al promover la comprensión y la transparencia en la toma de decisiones judiciales.
El magistrado, perteneciente a la Séptima Sala Civil, destacó que este cambio en el sistema judicial representa un avance importante, ya que durante muchos años las sentencias estuvieron redactadas de manera técnica y eran comprensibles solo para los abogados. “El abogado, obviamente, le iba a platicar a su cliente lo que le convenía, y lo más seguro es que si perdía culpaba al juez; y el que ganó decía: ‘es porque soy muy bueno’”, comentó.
Pérez Amaya Jiménez subrayó que la oralidad, establecido en el CNPCyF, permite a los jueces explicar sus decisiones en términos lógicos y no estrictamente jurídicos, lo que fomenta una mayor comprensión por parte de los justiciables. “La gente va a entender y comprender lo que está sucediendo, y vamos a tener más credibilidad, porque si no hay credibilidad no hay legitimación; si tú no crees en algo, no hay legitimación para respetar esa figura”, puntualizó.
En el marco del nuevo sistema de justicia civil y familiar, este enfoque permite que las partes involucradas en las audiencias puedan comprender de manera directa los motivos del fallo. “Por qué perdí o por qué gané mi casa; por qué me corresponde la guarda y custodia de mis hijos o por qué tanto (dinero) de alimentos”, ejemplificó el magistrado.
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El magistrado explicó que la dinámica de las audiencias en las salas de oralidad es distinta a la de los procesos escritos tradicionales. Aunque reconocía que el sistema anterior cumplió su cometido, el nuevo modelo elimina los tecnicismos jurídicos y busca que las decisiones sean lo más justas posibles. “Simplemente es otro sistema que intenta buscar que nuestras decisiones sean lo más justas posibles”, concluyó.
Con este cambio, el Poder Judicial de la Ciudad de México, bajo el liderazgo del magistrado Rafael Guerra Álvarez, da un paso hacia una justicia más comprensible, accesible y legítima, fortaleciendo el Estado de Derecho en México.
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