No cabe duda que los Swifties son capaces de todo; así lo demostraron recientemente en los últimos conciertos de Taylor Swift en Seattle
Los terremotos y temblores son fenómenos naturales que surgen a partir del movimiento entre placas tectónicas, donde fricciones y deformaciones acumulan enormes esfuerzos; cuando la energía supera el límite elástico de las rocas, se da una fractura súbita y violenta en las mismas. Si bien estos efectos surgen en su mayoría por la naturaleza, parece que los fans de Taylor Swift son capaces de imitar al movimiento en el manto terrestre gracias a su amor por la cantante.
Es así que esta semana, después de que Swift actuara dos noches seguidas en el Lumen Field de Seattle, la cantante provocó junto con los asistentes al evento una actividad sísmica equivalente a un temblor de magnitud 2,3.
De acuerdo con la sismóloga Jackie Caplan-Auerbach de CNN, las noches del concierto tenían “el mismo patrón de señales”. La científica comparó los datos con un grupo de terremotos que tienen lugar en el noroeste del Pacífico.
Jackie vio una diferencia de 26 minutos entre el momento en el que se dio el sismo la primera noche y la segunda fecha; esto debido a que Taylor se retrasó casi media hora. magnitud de 2,3 en la escala Richter es equivalente a un temblor menor. A partir de 4 se considera ligero y a partir de 6 es fuerte; sin embargo, se le denomina un terremoto cuando este causa daños o victimas.
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