La flor de Nochebuena, conocida originalmente como Cuetlaxóchitl, reafirma su lugar como símbolo universal de la Navidad, y los campos mexiquenses se consolidan como protagonistas en su producción. Durante 2023, el Estado de México cultivó más de un millón de macetas de esta flor ornamental, generando una derrama económica de 74.8 millones de pesos para los productores locales.
A nivel nacional, la entidad ocupa el sexto lugar en producción, superada por Michoacán, Morelos, Puebla, Jalisco y la Ciudad de México. Dentro del Estado de México, los municipios de Atlacomulco, Texcoco y Zumpahuacán lideran la producción, con Atlacomulco representando el 61 % del total, seguido por Texcoco con el 26 % y Zumpahuacán con el 13 %.
Un esfuerzo de 10 meses
La producción de la flor de Nochebuena no solo requiere talento y experiencia, sino también un largo proceso que abarca casi 10 meses de trabajo. Durante este tiempo, los productores realizan actividades como poda, riego, fertilización, manejo de temperatura y control de plagas en los invernaderos. Gracias a estos esfuerzos, la flor llega en perfectas condiciones a los mercados y hogares justo para la temporada decembrina.
Actualmente, la flor de Nochebuena cuenta con más de 30 variedades comerciales que incluyen colores como el rojo tradicional, blanco, amarillo y combinaciones únicas, cada una adaptada a las preferencias del consumidor.
Competencia y desafíos
Sin embargo, los productores mexiquenses enfrentan retos significativos, especialmente la competencia de estados como Michoacán y Morelos, donde las condiciones climáticas permiten reducir costos y tiempos de producción.
Para hacer frente a estos desafíos, el Gobierno del Estado de México, a través de la Secretaría del Campo, implementa estrategias como la capacitación técnica y el impulso a la comercialización. Estas acciones buscan optimizar los procesos productivos y posicionar a la Nochebuena mexiquense como una opción destacada en los mercados nacional e internacional.
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La flor que une tradición y economía
Además de ser un emblema de la Navidad, la flor de Nochebuena representa una fuente de ingreso crucial para muchas familias del Estado de México. Su cultivo y comercialización no solo preservan una tradición, sino que también fortalecen la economía rural de la región.
Con esta producción excepcional, los productores mexiquenses confirman que la Cuetlaxóchitl sigue siendo un orgullo nacional y un puente entre la naturaleza y el espíritu navideño en los hogares de México y el mundo.
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