El pasado veinte de mayo, Ximena Guzmán y José Muñoz, colaboradores cercanos de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, fueron asesinados en un ataque armado en la Calzada de Tlalpan. Las autoridades capitalinas informaron que al menos cuatro personas participaron en el crimen: un tirador que disparó 12 veces —ocho contra Guzmán y cuatro contra Muñoz—, tres cómplices que facilitaron su huida y un individuo que vigiló a las víctimas días antes del atentado.
Esto, de acuerdo a información del periodista Carlos Jiménez.
El agresor escapó inicialmente en una motocicleta negra y luego utilizó dos camionetas robadas, abandonadas en distintos puntos. Las cámaras del sistema C5 fueron clave para rastrear sus movimientos. Aunque aún no se ha confirmado el motivo del crimen, ni los grupos delictivos involucrados, las autoridades consideran que el patrón de huida coincide con casos anteriores ligados al crimen organizado.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum condenó el ataque y pidió no especular sobre los responsables, asegurando que se investigará a fondo para evitar la impunidad.
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