El Cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación de la Santa Sede, concluyó una gira de diez días por cuatro ciudades de México (Puebla, Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey).
Durante su visita, destacó que México tiene un origen dialogante y un sentido genuino de hospitalidad, cualidades esenciales para enfrentar los desafíos culturales y educativos a nivel global.
“Hoy vivimos una emergencia educativa a nivel mundial (…) México tiene todo para ser un país ejemplar en el campo del diálogo cultural, que es fundamental y parte de su historia. Es una nación que, por su naturaleza, nace del diálogo intercultural”, afirmó.
El Cardenal De Mendonça también subrayó la importancia de la “amistad social”, un concepto promovido por el Papa Francisco como parte de la cultura del encuentro. Según él, México, con su fuerte sentido de comunidad y hospitalidad, es un ejemplo en la construcción de sociedades más unidas y colaborativas.
“El pueblo mexicano tiene este sentido de hospitalidad, que es una herramienta cultural de gran relevancia y clave para el desarrollo de la educación. Sin duda, podemos aprender mucho de México”, afirmó.
Pacto Educativo Global Su gira, enmarcada bajo el lema *”Pacto Educativo Global: una respuesta a la crisis cultural, antropológica y ética en este cambio de época”*, concluyó con un mensaje claro: la educación debe ser un acto integral que inspire esperanza en los jóvenes y que replantee los modelos actuales.
Las palabras del prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación de la Santa Sede impactaron a miles de personas que asistieron a sus conferencias y siguieron sus intervenciones en redes sociales.
El Cardenal Tolentino visitó universidades clave en el país, como la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), la Universidad Pontificia de México (UPM), la Universidad del Valle de Atemajac (UNIVA) y la Universidad de Monterrey (UDEM).
En estos centros de estudio, se reunió con académicos, intelectuales, estudiantes y padres de familia para dialogar sobre los retos actuales de la educación.
Educación que inspira esperanza Uno de los mensajes principales del Cardenal Tolentino fue la importancia de la esperanza como herramienta esencial en el proceso educativo.
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Subrayó que la labor de los educadores no debe limitarse a la transmisión de conocimientos, sino a “encender fuegos”, es decir, despertar en los jóvenes el deseo de explorar nuevos horizontes y transformar el mundo.
“La educación no debe limitarse a enseñar a caminar por los caminos rutinarios de la vida, sino que debe inspirar a volar, a hacer realidad los sueños más bellos e indómitos”, expresó. El prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación insistió en que los intelectuales deben asumir un rol protagónico como “aliados de la esperanza” en un contexto mundial marcado por la incertidumbre.
“El intelectual en el mundo contemporáneo no puede aferrarse al pesimismo; debe ser un impulsor de fraternidad y humanidad compartida”, subrayó.
Replantear los modelos educativos En sus diversas ponencias, el Cardenal José Tolentino destacó la necesidad de replantear los modelos educativos actuales, criticando los paradigmas tradicionales de nacionalismo cerrado y positivismo, que, en sus palabras, “han demostrado sus fallas”. “Necesitamos modelos educativos que unan cabeza, corazón y manos. Somos artesanos de una realidad concreta: la construcción de nuestras humanidades”, enfatizó.
El rol de los padres y educadores en la formación de los jóvenes El Cardenal Tolentino también resaltó la responsabilidad compartida entre educadores, padres de familia y el Estado para garantizar un acceso equitativo a la educación. Señaló que la educación no es solo un derecho humano fundamental, sino un deber colectivo para formar personas capaces de construir un futuro más justo e inclusivo.
“Los padres deben ser aliados activos en este proceso de educación integral”, destacó. Una visita inolvidable El Cardenal concluyó su gira con un profundo agradecimiento al pueblo de México por su calidez humana y espiritual.
“Mi visita fue inolvidable”, afirmó. Durante sus visitas a la Basílica de Guadalupe, la Catedral Metropolitana de México y otras catedrales emblemáticas de Guadalajara, Monterrey y Puebla, ofició misas multitudinarias que congregaron a cientos de fieles.
“He podido experimentar el mayor tesoro de México: su gente y su fe en Dios, que sigue siendo el eje central de sus vidas”, expresó con gratitud. Miles de personas siguieron sus mensajes no solo de manera presencial, sino también a través de las redes sociales de las Arquidiócesis de México y la Dimensión de Pastoral Educativa y de Cultura de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
En su despedida, el Cardenal Tolentino reafirmó su compromiso con el pueblo mexicano, prometiendo seguir rezando por la Iglesia de México y su misión educativa.
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