La Auditoria Superior de la Federación (ASF) ha dado una variada información de que, en el ISSSTE, se efectuaron contratos de compra de medicamentos sin contar con la documentación requerida, que se adquirieron carros camilla cuyo origen se desconoce y aparatos para el servicio médico que no tienen póliza; así como adquisición de mobiliario nuevo, mientras que los viejos y deteriorados siguen en funcionamiento.
Ahora, se asegura que el ISSSTE en complicidad con la marca OLYMPUS y, algunos otras “empresas favoritas”, gastarán antes de ejecutar los procedimientos (con cantidades estratosféricas para la compra de equipos e insumos en demasía), en lugar de ejercer la erogación después de haber recibido y verificado los ordenamientos realizados, con un resultado satisfactorio, “jugarán a la especulación y contubernio con el dinero de los mexicanos”.
Es decir, ahora se pagará POR ADELANTADO por lo que las autoridades del ISSSTE nuevamente se encuentran en un claro contubernio, ahora con un fabricante de equipo médico para endoscopía, ya que la semana pasada publicaron la solicitud de un estudio de mercado con el número 19-2023 con el fin de generar una licitación pública; pero, en donde casualmente, indican nombres y hasta modelos de la marca OLYMPUS, lo cual, por obvias razones se presume corrupción y/o colusión con dicha marca, cuyos modelos y/o características son solicitados según sus claves y nomenclaturas lo cual le otorgaría el 100% de lo ofertado.
Por medio de un documento, se subraya que es un fallido intento por cumplir las órdenes del Ejecutivo de desechar el esquema de servicios integrales que, hasta el día de hoy, ha quedado demostrado que soluciona en gran medida la atención a los derechohabientes. Sin embargo, hoy por hoy, se pretende sustituir este esquema con algo que también se ha comprobado ineficiente y que, es la compra de equipos e insumos que serán administrados directamente por el Instituto y los intereses particulares que imperan a todos niveles dentro de su estructura.
Procedimientos ilegales
Se acusó que este ilegal procedimiento limita la participación de la proveeduría al aprobar solo modelos DE SERIES ANTERIORES de una marca especifica, lo que permite ofertar equipos que ya tienen más de 13 años en el mercado; es decir, no ofertar tecnología de punta y si, en cambio, se pretende que el resto de los fabricantes participen con la más novedosa tecnología que poseen, lo cual, a todas luces implica PISO NO PAREJO para todos los participantes.
Se denunció que el ISSSTE busca a toda costa favorecer a uno de sus consentidos, COMERLAT S.A de C.V, (cuyo dueño es Sebastián Latapi, íntimo de Pedro Zenteno, director del ISSSTE) que, es el distribuidor autorizado de OLYMPUS y, actual operador de Servicios Integrales en la Institución y quien, pretendería llevar la administración y vigilancia de las garantías y servicios, así como el surtimiento de los insumos necesarios que terminan siendo más caros que los equipos, incluyendo candados y/o especificaciones que también limitan la libre participación.
En general –se apunta- se crea un modelo de negocio más parecido a una aberración o “Frankenstein” que, resulta ser más caro e ineficiente, tal y como la gran mayoría de los proyectos que emprende la Cuarta Transformación, como el fallido Insabi y desechar el Seguro Popular y, que hoy, tiene a la derechohabiencia, no solo del ISSSTE, sin medicamentos y sin una atención adecuada.
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