Jorge Glas, el exvicepresidente de Ecuador durante parte del mandato presidencial de Rafael Correa, fue trasladado este sábado a la cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil, tras haber sido detenido la noche del viernes dentro de la Embajada de México, donde había recibido asilo político, en un hecho que llevó al Gobierno mexicano a romper relaciones diplomáticas con el país andino.
A primera hora de este sábado, Glas salió en un vehículo blindado y bajo un fuerte dispositivo de seguridad hacia el aeropuerto de Quito, donde fue embarcado en una aeronave rumbo a Guayaquil, donde se encuentra la cárcel de máxima seguridad La Roca.
La cárcel de destino de Glas fue confirmada en un comunicado por el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), la agencia penitenciaria del Estado, que dará cumplimiento a la orden de prisión preventiva que pesaba sobre el exvicepresidente.
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Glas se encuentra imputado por presunto peculado (malversación) en el caso ‘Reconstrucción’ de la provincia costera de Manabí, luego del fuerte terremoto ocurrido en 2016.
También debe terminar de cumplir una condena de ocho años de cárcel, luego de que la Justicia ecuatoriana no le concediese el beneficio de la prelibertad tras haber aglutinado en una sola las condenas por cohecho y asociación ilícita que tiene en firme, de ocho y seis años de cárcel, respectivamente.
El trasfondo de los casos.
La primera es referente al caso ‘Sobornos’, sobre la presunta financiación irregular del partido oficialista Alianza País, en una sentencia donde también fue condenado e inhabilitado políticamente Correa, que cuenta en Bélgica con la condición de refugiado.
La segunda está enmarcado dentro del caso Odebrecht, el entramado internacional de corrupción de esta constructora brasileña, sobre el que Glas pelea por lograr su inocencia después de que en Brasil la Justicia invalidase como prueba el sistema informático de la compañía con los pseudónimos de los receptores de sobornos.
Glas también había recibido una tercera condena de ocho años de cárcel por el delito de peculado en el caso ‘Singue’, referente a la negociación de unos contratos para la adjudicación de un yacimiento petrolero, pero este fallo fue posteriormente anulado.
Por estas condenas Glas estuvo en la cárcel cerca de cinco años entre 2017 y 2022, hasta que salió en libertad con una medida cautelar dictada por un juez.
Rechaza acusaciones.
El exvicepresidente, que ocupó el cargo entre 2013 y 2017 en el mandato de Correa y luego en los primeros meses del periodo presidencial de Lenín Moreno (2017-2021), siempre ha rechazado las condenas y acusaciones al declararse como un perseguido político y víctima de ‘lawfare’ (utilización del aparato judicial contra adversarios políticos).
Por eso desde mediados de 2023 se había alojado en la Embajada de México en Ecuador para solicitar asilo, lo que le fue concedido este viernes por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en un momento de máxima tensión en las relaciones entre ambos países.
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