Mercadotecnia política entra en acción
Por Horacio Rafael Rodríguez Montalvo
Esta semana se ha dado el banderazo de arranque a los aspirantes a la presidencia, gubernaturas y puestos públicos, que serán elegidos el próximo año. Inician las estrategias para estar presentes en la mente de la población, acciones que están fuera de la ley, pero de manera que no les genere consecuencias negativas; en pocas palabras, hacer proselitismo a través de hacer alarde de los resultados positivos que hayan tenido durante su trayectoria política en los distintos puestos públicos que presentes y pasados, etc.
Nuestro país tiene grandes dificultades como la inseguridad, sistema de salud, transporte, corrupción y más, que se han incrementado en las últimas administraciones, sin importar el partido político del gobierno; ya que las personas han sido las mismas, y que, a pesar de posibles bajos resultados, hoy compiten para continuar con su mismo desempeño, pero en un puesto de mayor nivel, como presidencia o gubernatura.
Como los resultados no pueden ser útiles para sus objetivos de promoción y que pueden afectar en la toma de decisión del voto al electorado, requieren campañas mercadológicas que eviten la razón y promuevan la emocionalidad. Veremos realizar a los candidatos acciones que lo más seguro no hicieron mientras no estaban en campaña. Se buscará generar esa emoción a través de los distintos sentidos: visuales, auditivos, kinestésicos.
Lo que recientemente se volvió a comprobar es que en México domina la apatía por participar en elecciones, conducta que se ha provocado con tantas desilusiones y frustraciones, que se originan más desde el proceso psicológico del pensamiento. Podemos hacer el ejercicio de memoria, donde les pido recordar el comportamiento de los últimos presidentes en campaña y, en otro momento, cuando ya están ejerciendo el puesto. Podemos encontrar personajes, en donde su explicación, es asegurar que la gente está confundida con las promesas que se habían ofrecido y lo que realmente se está haciendo; situación que provoca la expresión “¿Para qué voto? si no pasa nada”. La mercadotecnia política buscará afectar en esa percepción en dos formas: la primera, en provocar una identificación para que apoyen al candidato, por ejemplo, el uso del género como un diferencial que atraiga a quienes apoyan esa causa, sin importar si él o la candidata, realmente este interesado(a) en implementar acciones de crecimiento para ese segmento. La otra visión es mantener esa desilusión, creando nuevos partidos con proyectos descabellados, con campañas de desprestigio que estimule su apatía para ir a las casillas y de oportunidad al triunfo con los votos de la gente ya comprometida con el partido.
Pero todo esto no se le puede reprochar a los partidos políticos ya que esa es su función actualmente, buscar el poder. El verdadero reclamo es para nosotros como población al no obligar a dichos participantes a presentar planes de acción o en su caso a cumplir con sus promesas de campaña. El objetivo de la política es resolver de forma pacífica y razonable los conflictos de los distintos grupos humanos, pero hoy al parecer es todo lo contrario.
Horacio Rafael Rodríguez Montalvo es egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Licenciado por la Facultad de Psicología, con formación en psicología clínica, educativa, organizacional y social. Maestría y doctorado en ciencias de la administración, con especialidad en comportamiento organizacional.
Doctorante en la Facultad de medicina, en el área de ciencias de la salud con especialidad en salud mental en el trabajo.Consultor y conferencista en transformación organizacional – humano, en diversas empresas privadas y públicas.
Docente en los niveles de licenciatura, maestría, doctorado, especialidad y diplomado, en las carreras de: Psicología, administración, educación, mercadotecnia, alta dirección y desarrollo humano.
Especialista invitado en programas radiofónicos, publicaciones en periódico, revistas impresas/ electrónicas, redes sociales, plataformas y televisión con temas del comportamiento humano.
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