Es tiempo de preguntar: ¿Qué y cómo? De nada sirve el ¿Por qué?
Por el Dr. Horacio Rafael Rodríguez Montalvo
Nos encontramos a punto de iniciar (o reiniciar) las campañas políticas en una población dividida, con diferentes problemáticas, necesidades y aspiraciones. Es crucial que los electores comprendan la importancia de dejar de lado lo emocional para enfocarse en los resultados deseados a través de las propuestas de los candidatos. Por ello, es fundamental plantear preguntas precisas y reflexivas sobre el “qué” y el “cómo” de las políticas públicas, en lugar de centrarse en el “por qué”.
Preguntar “qué” implica cuestionar la naturaleza y el propósito de una política específica. ¿Qué problema intenta resolver? ¿Qué beneficios busca generar? ¿Qué grupos sociales se ven afectados de manera directa o indirecta? Estas preguntas son fundamentales para evaluar la relevancia y la legitimidad de una propuesta política, ya que nos permiten analizar si realmente aborda las necesidades y preocupaciones de la sociedad.
Por otro lado, preguntar “cómo” nos lleva a examinar los métodos y las estrategias utilizadas para su implementación. ¿Cómo se financiará? ¿Cómo se garantizará su cumplimiento? ¿Cómo se medirá su impacto? Estas interrogantes son esenciales para evaluar la viabilidad y la eficacia de las propuestas, ya que nos ayudan a identificar posibles obstáculos, riesgos y alternativas.
Además, preguntar “qué” y “cómo” en la política fomenta la transparencia y la rendición de cuentas, obligando a los responsables de formular y ejecutar las políticas a justificar sus decisiones y acciones ante la ciudadanía. Esto contribuye a fortalecer la democracia y a prevenir la corrupción, al poner de manifiesto los intereses y las motivaciones detrás de las políticas públicas.
Mientras que la pregunta “por qué” suele plantearse con la intención de comprender las motivaciones detrás de ciertas decisiones o acciones, en política puede resultar inútil e incluso contraproducente. La complejidad de la política hace que las respuestas al “porqué” sean a menudo subjetivas, sesgadas o incompletas. Intentar reducir las decisiones políticas a una única razón puede ser engañoso y poco útil.
Es nuestra responsabilidad como ciudadanos y actores políticos formular preguntas relevantes y buscar respuestas que contribuyan a mejorar la calidad de la democracia y el bienestar de la sociedad. Debemos esforzarnos por comprometer a la acción a quienes desean un puesto en el servicio público.
Doctor en la Facultad de medicina, en el área de ciencias de la salud con especialidad en salud mental en el trabajo. Consultor y conferencista en transformación organizacional – humano, en diversas empresas privadas y públicas.
Docente en los niveles de licenciatura, maestría, doctorado, especialidad y diplomado, en las carreras de: Psicología, administración, educación, mercadotecnia, alta dirección y desarrollo humano.
Especialista invitado en programas radiofónicos, publicaciones en periódico, revistas impresas/ electrónicas, redes sociales, plataformas y televisión con temas del comportamiento humano.
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