“Hubo una responsabilidad materna”: Ejemplo de Revictimización
Por el Dr. Horacio Rafael Rodríguez Montalvo
Hoy debemos aceptar, una vez más, que las conductas sociales cada vez son más agresivas, no respetan género, clase social o edad. Hoy lamentamos lo ocurrido a Camila en Guerrero. Su muerte es una tragedia, pero también pone en manifiesto la incapacidad y falta de interés de las autoridades por atender a las víctimas de situaciones tan graves como un feminicidio.
En nuestra sociedad actual, uno de los problemas más graves y lamentables es la revictimización de las personas que han sufrido un delito. La revictimización ocurre cuando las víctimas de un delito, en lugar de recibir apoyo y comprensión, son sometidas a un nuevo sufrimiento, ya sea por parte de la sociedad, de las autoridades o incluso de sus propios familiares. En este caso, el secretario de seguridad de Taxco, quien, con el fin de minimizar la incapacidad de su agrupación, hizo la siguiente declaración: “Hubo una responsabilidad materna, si tengo un hijo debo cuidarlo”, lo que sólo revictimizó a la niña y a su mamá.
La revictimización es especialmente común en casos de delitos graves, como la violencia doméstica, la agresión sexual o la muerte. En estos casos, las víctimas y sus familiares suelen enfrentarse a una serie de obstáculos que dificultan su proceso de recuperación y pueden incluso provocarles un daño emocional aún mayor que el causado por el delito en sí.
Uno de los principales factores que contribuyen a la revictimización es la falta de sensibilidad y empatía por parte de la sociedad. Con demasiada frecuencia, las víctimas y sus familias son juzgadas y estigmatizadas, lo que les hace sentirse culpables o avergonzadas de lo que les ha ocurrido. Este rechazo social puede llevar a las víctimas a retraerse y a no buscar la ayuda que necesitan para superar su trauma.
Otro factor importante es la respuesta de las autoridades. En muchos casos, las víctimas y sus familiares se enfrentan a un sistema judicial que las trata con indiferencia o desconfianza, lo que puede hacer que se sientan desamparadas e indefensas. Además, las largas esperas y los procedimientos burocráticos pueden hacer que el proceso de denuncia y persecución del delito sea aún más traumático para las víctimas y sus familiares.
Es fundamental que la sociedad en su conjunto tome conciencia de este problema y trabaje para prevenirlo. Esto incluye fomentar una cultura de respeto y empatía hacia las víctimas, así como garantizar que las autoridades y los servicios de apoyo estén capacitados para tratar a las víctimas con sensibilidad y comprensión.
Es fundamental que se implementen medidas concretas para garantizar que las víctimas reciban el apoyo y la atención que merecen, en lugar de ser sometidas a un nuevo sufrimiento. Debemos trabajar juntos para crear un entorno seguro y compasivo para todas las víctimas, donde se respete su dignidad y se les brinde la oportunidad de sanar y reconstruir sus vidas. La revictimización no puede seguir siendo una realidad en nuestra sociedad, es hora de actuar y proteger a quienes más lo necesitan.
Doctor en la Facultad de medicina, en el área de ciencias de la salud con especialidad en salud mental en el trabajo. Consultor y conferencista en transformación organizacional – humano, en diversas empresas privadas y públicas.
Docente en los niveles de licenciatura, maestría, doctorado, especialidad y diplomado, en las carreras de: Psicología, administración, educación, mercadotecnia, alta dirección y desarrollo humano.
Especialista invitado en programas radiofónicos, publicaciones en periódico, revistas impresas/ electrónicas, redes sociales, plataformas y televisión con temas del comportamiento humano.
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