El verdadero peligro es la normalización de la violencia
Por el Dr. Horacio Rafael Rodríguez Montalvo
Cada día, al platicar con familiares, amigos o simplemente al ver noticias, en cualquiera de sus modalidades, es una costumbre ver reportes de muertes de 15, 10 o mínimo 5 personas, y no sólo es una, sino varias por ser en distintas partes de las alcaldías, municipios, ciudades, estados de la República. Lo increíble de todo esto es que ya no nos sorprende, ya nos adaptamos a esta situación, nos sería mucho más llamativo la noticia de “hoy no hubo muertos” que “encuentran 150 personas asesinadas”.
La sociedad entró en el proceso de la normalización, donde ciertos comportamientos e ideas se consideran “naturales” a través de la repetición, la ideología, la propaganda u otros medios, muchas veces llegando a tal punto que son consideradas cotidianas y se dan por sentado sin cuestionamiento. Si a esto le agregamos autoridades corruptas o sobrepasadas para atender esta situación, se dan las condiciones para que el comportamiento de la sociedad se vuelva cada vez más agresivo. Hoy encontramos casos de agresión incluso más crueles, con el fin de generar sufrimiento, como: arrojar ácido, mutilaciones, golpizas hasta provocar la muerte; y no provocado por el crimen organizado, que éste, por sí sólo es un gran problema que enfrentamos; sino por familiares, esposos, amistades, vecinos, jefes, etc.
Al parecer la política de “abrazos no balazos” no es aceptada por los mexicanos para resolver diferencias, pero sí para tenerla como regla para entender que no habrá autoridad que castigue el daño que provoquen, a menos que no tengan dinero para convencer de su inocencia.
El caso más claro se presentó el 08 de marzo, donde las mujeres mostraron la enorme deuda que tiene la sociedad con ellas para hacer justicia a quienes ya no están, a las que luchan y a sus hijas.
Esta situación no tiene su origen en este sexenio, pero su desempeño ha permitido el crecimiento del problema al no tomar acciones contra quienes violan las leyes, al estimular la violencia a través de discursos de odio y al no crear canales de comunicación con las víctimas.
Nuevamente hoy los ciudadanos tenemos que involucrarnos activamente, al exigir a quienes elegimos como gobernantes, que realicen iniciativas que protejan la seguridad de todos. Está claro que esto se dificulta por el temor que tenemos tanto a las autoridades coludidas como a las represalias que pueden tenerse al alzar la voz. Pero si nos enfocamos más en buscar acuerdos desde las distintas ideologías, en vez de atacar a sus antagónicos, seguro se darían cambios que todos necesitamos para vivir más seguros. Por el momento, podemos iniciar por NO NATURALIZAR la violencia, nadie tiene por qué sufrir, las personas que deciden romper las leyes deben pagar su deuda acorde a derecho, los miembros de la policía y milicia deben tener garantizado el equipo, entrenamiento y dirección para ser el apoyo de la ciudadanía, y no la carne de cañón, tanto de delincuentes como de los ciudadanos. Hoy, para muchos ciudadanos, un lujo no es regresar para decir que le fue excelente sino solamente el haber podido regresar.
Recientemente el gobierno nos demostró que sí se puede resolver crímenes de forma rápida y trasparente, como en el caso de los 4 ciudadanos americanos violentados en Tamaulipas. Sólo se debe revisar el proceso para lograr el aprendizaje necesario para aplicarlo a cualquier víctima sin distinción de partido, clase social o género.
Estimado lector te invito a la reflexión en ¿Cómo ayudas a una persona en consulta por stress postraumático cuando difícilmente recibirá justicia? La persona que fue secuestrada, sufre bullying, debe pagar derecho de piso, perdió un ser querido por un asalto, no recibe la pensión para sus hijos, entre otras acciones que lastiman.
Comencemos con empatía y acordando que NO ES NORMAL, lo que vivieron.
Horacio Rafael Rodríguez Montalvo es egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Licenciado por la Facultad de Psicología, con formación en psicología clínica, educativa, organizacional y social.
Maestría y doctorado en ciencias de la administración, con especialidad en comportamiento organizacional.
Doctorante en la Facultad de medicina, en el área de ciencias de la salud con especialidad en salud mental en el trabajo.
Consultor y conferencista en transformación organizacional – humano, en diversas empresas privadas y públicas.
Docente en los niveles de licenciatura, maestría, doctorado, especialidad y diplomado, en las carreras de: Psicología, administración, educación, mercadotecnia, alta dirección y desarrollo humano.
Especialista invitado en programas radiofónicos, publicaciones en periódico, revistas impresas/ electrónicas, redes sociales, plataformas y televisión con temas del comportamiento humano.
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