El presidente Andrés Manuel López Obrador denunció que los amparos otorgados por dos jueces para frenar la discusión, análisis y votación de la reforma al Poder Judicial en la Cámara de Diputados violan la división y el equilibrio entre los poderes. Durante su conferencia de prensa matutina, el mandatario afirmó que estas acciones ilegales impiden que la reforma avance hacia su votación y aprobación en los congresos estatales, como lo estipula el artículo 135 de la Constitución.
“No quieren que los ciudadanos elijan a los jueces y, en su desesperación, promueven acciones que invaden las facultades del Poder Legislativo y violan la Constitución”, señaló López Obrador. Agregó que el Poder Judicial, encargado de velar por el apego a la Constitución, se ha convertido en “el más tenaz violador” de la misma.
El presidente explicó que al tratarse de una reforma constitucional, no sólo se requiere la aprobación de una mayoría calificada en ambas cámaras del Congreso, sino también la validación por la mitad más uno de los congresos locales. Sin embargo, uno de los jueces ha ordenado que la reforma no sea enviada a los estados, lo que el presidente considera un intento de detener el proceso legislativo.
López Obrador recordó que la Constitución y la Ley de Amparo establecen que los juicios de amparo son improcedentes contra reformas constitucionales, y citó jurisprudencias previas que avalan esta postura. “No funciona el juicio de amparo en estos casos; ya se ha debatido y hay dos jurisprudencias sobre el tema”, argumentó.
El mandatario reiteró la necesidad de reformar el Poder Judicial para asegurar justicia tras décadas de corrupción, influyentismo y nepotismo. La propuesta del Ejecutivo es que los jueces, magistrados y ministros sean elegidos por voto libre, secreto y directo de los ciudadanos, como ocurre con otros cargos de elección popular.
López Obrador criticó que el Poder Judicial es el que presenta más nepotismo entre los tres poderes, con jueces que colocan a familiares en puestos clave. “Es el poder con más nepotismo, parece el DIF; es el poder de la familia”, expresó. Añadió que la corrupción en el Poder Judicial ha llevado a que se atiendan intereses de las élites económicas y políticas, y no los del pueblo que exige justicia.
El presidente insistió en que abogados honestos y con títulos pueden ser elegibles para estos cargos en un proceso democrático que pondría en manos del pueblo las decisiones sobre la justicia. Rechazó los argumentos del bloque conservador, que asegura que no cualquiera puede ser juez. “¿Por qué no, si cumple los requisitos? ¿Es más complejo ser juez que ser presidente de la República?”, cuestionó.
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López Obrador recordó que en su sexto informe de gobierno convocó a una votación a mano alzada en el Zócalo de la Ciudad de México, donde la mayoría se pronunció a favor de elegir democráticamente a los jueces, magistrados y ministros. “La gente está muy consciente. La democracia es el poder del pueblo”, subrayó.
Finalmente, celebró la postura prudente de las embajadas de Estados Unidos y Canadá, que han dejado de emitir comentarios sobre la reforma judicial tras una pausa en el diálogo con los diplomáticos de ambos países. López Obrador consideró que la ausencia de declaraciones refleja un respeto por la soberanía de México y la no intervención en asuntos internos, lo cual calificó como un acto de responsabilidad y prudencia.
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