El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se encuentra “estable y apto” para trabajar, según el equipo médico que lo atendió tras su reciente accidente doméstico en el que se golpeó la cabeza.
Lula, de 78 años, fue evaluado este martes en el Hospital Sirio-Libanés, donde fue ingresado el sábado pasado para recibir puntos de sutura.
Después del incidente, el mandatario se vio obligado a cancelar su asistencia a la cumbre de los BRICS, que se lleva a cabo en Rusia, y participó en el evento a través de videoconferencia.
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Durante una conversación telefónica de 20 minutos con el presidente ruso, Vladimir Putin, este último expresó su preocupación por la salud de Lula y lamentó su ausencia en la cumbre.
La presidencia brasileña emitió un comunicado en el que se detalla que esta llamada marcó el primer contacto entre Lula y Putin desde que el brasileño asumió su tercer mandato.
En su conversación anterior, mantenida en septiembre, ambos líderes discutieron una propuesta conjunta de Brasil y China para poner fin al conflicto en Ucrania.
El último boletín médico indica que “el examen de imagen está estable en comparación al anterior”, lo que ha permitido al presidente reanudar sus actividades laborales. Sin embargo, se espera que se le realice un nuevo examen de control en las próximas 72 horas para asegurar su completa recuperación.
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