Tras una intensa sesión de más de 12 horas, la Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma al Poder Judicial la madrugada de este miércoles. Con 359 votos a favor y 135 en contra, la mayoría legislativa dio luz verde al dictamen, en una votación llevada a cabo en la sede alterna de la Unidad Deportiva de la Magdalena Mixhuca.
La reforma, impulsada por la coalición Morena-Partido Verde y el Partido del Trabajo, busca modificar diversas disposiciones constitucionales y legales que regulan el funcionamiento del Poder Judicial en México.
Los legisladores analizaron durante toda la jornada los alcances y posibles impactos de esta reforma, que ha sido objeto de fuertes críticas por parte de la oposición y distintos sectores de la sociedad.
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Argumentaron que estos cambios son necesarios para fortalecer la justicia en el país, al hacerla más accesible y eficiente para todos los ciudadanos.
Destacaron que la reforma responde a una demanda popular por una justicia más rápida y transparente.
La aprobación en lo general significa que la reforma al Poder Judicial continuará su proceso legislativo, con la discusión en lo particular de los artículos reservados, antes de pasar al Senado para su eventual ratificación.
La propuesta sugiere cambios significativos en la elección de jueces y magistrados. De aprobarse, el artículo 95 constitucional sería modificado para que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Así como los de la Sala Superior y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), sean elegidos por voto libre, directo y secreto.
Este proceso reemplazaría el método actual, estableciendo un período de 12 años en el cargo, en lugar de los 15 años que se manejan actualmente.
Otra de las reformas planteadas busca reducir el número de ministros de la SCJN, pasando de 11 a 9, y recortando su duración en el encargo de 15 a 12 años.
Esta modificación implicaría una reconfiguración de la máxima instancia judicial del país, con el objetivo de agilizar la administración de justicia.
Finalmente, el dictamen también propone un cambio en la presidencia de la SCJN, que se renovaría cada dos años de manera rotatoria, basado en el número de votos obtenidos por cada candidatura en la elección correspondiente. Este nuevo sistema sustituiría el actual, en el que los propios ministros eligen a su presidente.
Esta reforma, de ser aprobada, podría transformar de manera profunda la estructura del Poder Judicial en México, alterando la forma en que se seleccionan sus principales figuras y redefiniendo su papel en el sistema político y social del país.
Se espera que las deliberaciones en el Senado sean igual de acaloradas, con el potencial de modificaciones al dictamen aprobado por la Cámara de Diputados. Mientras tanto, organizaciones de la sociedad civil y grupos de abogados han anunciado que seguirán de cerca el proceso y no descartan movilizaciones para expresar su rechazo a la reforma.
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