En medio de una crisis migratoria sin precedentes, miles de migrantes se enfrentan a una difícil encrucijada: persistir en su intento de llegar a Estados Unidos o regresar a sus países de origen. Las políticas migratorias del presidente estadounidense Donald Trump y las medidas de repatriación anunciadas por la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum han endurecido las condiciones para quienes buscan un futuro mejor.
Bulmar Rodríguez, un migrante venezolano varado en Tapachula, expresó: “A México le pediríamos que ayudaran un poco al migrante venezolano, que implementen medidas para poder pasar a la frontera estadounidense”. Sin embargo, las restricciones y el flujo masivo de personas han sobrepasado la capacidad de las autoridades mexicanas.
Cifras récord de migración en México.
El Gobierno de México registró más de 925 mil migrantes irregulares entre enero y agosto de 2024, un incremento del 132 % en comparación con el año anterior. A pesar de la caída del 78 % en los encuentros de indocumentados en la frontera con Estados Unidos, Tapachula continúa siendo el epicentro de una crisis humanitaria.
Sairi Martínez García, una migrante cubana, afirmó: “A México hay que estarle agradecido porque nos ha ayudado, pero es imposible que se haga cargo de todos los migrantes. Muchos intentan avanzar en caravanas, pero no todos lo logran”.
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Asilo y nuevas estrategias.
En contraste, otros migrantes como Roner, un haitiano que lleva meses en Tapachula, han optado por quedarse en México. “Lo que uno no quiere es que lo deporten. Pedimos trabajo para vivir tranquilos”, comentó.
La presidenta Sheinbaum ha señalado que su Gobierno ofrece asistencia humanitaria y fomenta el retorno voluntario de quienes desean regresar a sus países. Mientras tanto, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) ha recibido un aumento significativo de solicitudes de asilo.
La visión de los activistas.
Luis Rey García Villagrán, defensor migratorio, advirtió que las caravanas y los éxodos no cesarán mientras persistan las crisis en países latinoamericanos. “La mano de obra migrante es necesaria para la economía de Estados Unidos. Este es un tema que requiere soluciones reales, no discursos xenofóbicos”, sostuvo.
El panorama en Tapachula refleja los desafíos de una región que enfrenta la presión de ser puente entre el sur y el norte, dejando a miles en la incertidumbre mientras buscan un lugar donde construir una nueva vida.
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