El telescopio espacial Hubble, operado por la NASA, ha capturado una de sus imágenes más sobresalientes hasta la fecha: la Nebulosa Reloj de Arena, una imagen que sugiere la apariencia de un ojo cósmico en el inmenso lienzo del universo.
Una increíble imagen por el telescopio Hubble.
De acuerdo con la descripción de la NASA, esta instantánea del telescopio Hubble de MyCn18, es una nebulosa planetaria joven, la cual revela que el objeto tiene una forma de reloj de arena con un intrincado patrón de grabados en sus paredes. Una nebulosa planetaria es el relicario brillante de una estrella moribunda similar al Sol.
Este impresionante retrato, obtenido mediante la combinación de tres imágenes separadas, deslumbra con una paleta de colores cautivadores: rojos que representan el resplandor del nitrógeno ionizado, verdes que evocan el hidrógeno, y azules que encarnan el oxígeno doblemente ionizado.
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En el corazón de esta imagen, un punto central resplandece, rodeado por anillos brillantes de tonos anaranjados que dan la impresión de un ojo verde mirando desde los abismos del cosmos. Sin duda un detalle que algunas personas considerarían psicodélica.
Nebulosa Reloj de Arena.
La Nebulosa Reloj de Arena fue capturada por primera vez en 1996 por el venerable Hubble, y representa los vestigios luminosos de una estrella agonizante, similar en naturaleza a nuestro propio Sol.
Con sus anillos resplandecientes y su peculiar configuración que semeja un ojo cósmico, esta nebulosa constituye un testimonio elocuente de la belleza y diversidad del universo.
En esta imagen, los anillos anaranjados brillantes que rodean un centro evocador de un ojo verde destacan sobre un fondo de negro absoluto, ofreciendo un contraste deslumbrante que cautiva a la mente y el corazón.
Esta fotografía, según la NASA, encierran un valor científico trascendental, pues ha permitido a los astrónomos profundizar en su comprensión de los complicados procesos de expulsión de materia que acompañan la culminación del ciclo vital de una estrella.
En este sentido, ofrecen una ventana privilegiada hacia los misteriosos dominios de la formación estelar y la evolución galáctica.
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