Desde el pasado lunes 7 de abril, las instalaciones del Centro Cultural del Bosque (CCB), del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), han sido “invadidas” por una propuesta escénica que reta las formas tradicionales de hacer teatro. Parásitos, la imprevista mutación de los espacios, basada en Il Parassita de Mico Pugliares, transforma escenografías ya montadas en el terreno fértil de la comedia y la improvisación.
Improvisar es resistir
El Teatro Orientación Luisa Josefina Hernández fue el primer escenario en caer bajo el influjo de esta “especie” performática. Bajo la consigna “La escenografía es de quien la trabaja”, los actores-parásitos irrumpen en obras ya montadas para reapropiarse de su escenografía y convertirla en un nuevo espectáculo, distinto cada noche.
“Lo que va a suceder es una actividad delictiva y quedarse aquí los convierte a todos en ilegales”, advirtió al público Laura García Arroyo, reconocida traductora y divulgadora cultural, en tono de cómplice conspiradora.
García Arroyo explicó que el objetivo de la propuesta es cuestionar la lógica de lo desechable: “Queremos que las escenografías que se utilizan solo un ratito puedan reutilizarse, que se puedan parasitar. Creemos que parasitar una obra es una revolución necesaria y queremos que ustedes se vuelvan parásitos hoy”.


Contagio escénico
La primera función intervino la escenografía de Todo está bien, una obra que retrata el ambiente burocrático de oficina. Pilar Villanueva y Bernardo Gamboa encabezaron la invasión actoral junto a Romina Coccio y Omar Galván, directores del proyecto, acompañados por la comediante Michelle Rodríguez como invitada especial.
Durante 60 minutos, el elenco improvisó escenas con las sugerencias del público: desde una discusión sobre mascotas entre un cerdo y un caballo, hasta un musical sobre la vida godín, pasando por sueños interpretados y oficinas de reencarnación. Cada función, por su naturaleza, será irrepetible.


Una ficción colectiva
Parásitos es más que una obra: es una ficción compartida en la que participan todos. Desde el personal del CCB hasta los asistentes, todos juegan el juego sin salirse del papel, pero sabiendo que se trata de una entelequia: una fantasía viva.
La intervención se repetirá los lunes 14 y 21 de abril, así como el 12, 19 y 26 de mayo, y el 2 de junio. Los parásitos se colarán en distintas escenografías del CCB, incluyendo montajes como Persona o Un tranvía llamado deseo, para darles una segunda vida.
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El teatro como plaga positiva
El elenco se renovará en cada función con la participación de artistas como Ari Albarrán, Poncho Borbolla, Angélica Rogel, Omar Argentino, Romina Coccio y más, además de un invitado distinto en cada ocasión. Incluso quienes solo visiten el complejo serán parte de la experiencia: carteles de advertencia sobre la presencia parasitaria se exhiben en varios rincones del CCB.
Parásitos, la imprevista mutación de los espacios es una apuesta arriesgada, divertida y profundamente crítica, que transforma al teatro en un organismo vivo y mutante.
Dónde y cuándo
Las funciones se presentan los lunes mencionados, hasta el 2 de junio de 2025, en distintos espacios del Centro Cultural del Bosque. Boletos disponibles en taquilla y en el sitio de la Coordinación Nacional de Teatro del INBAL: teatroinbal.sistemadeboletos.com.
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