La diputada Fuensanta Guadalupe Guerrero Esquivel, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), presentó una iniciativa para reformar el artículo 4º de la Constitución Política de México, con el objetivo de que toda persona tenga garantizado el derecho a la protección de la salud tanto “física como mental”. La propuesta también busca que el sistema de salud del país adopte un enfoque preventivo y ofrezca atención eficaz para mejorar el bienestar de la población.
La iniciativa, que ha sido turnada a la Comisión de Puntos Constitucionales para su análisis, subraya la urgente necesidad de atender los crecientes problemas de salud mental en México. Según datos de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, alrededor del 30% de la población sufre de algún trastorno mental, aunque sólo una de cada cinco personas afectadas recibe tratamiento, debido a barreras sociales, prejuicios y deficiencias en el sistema de salud.
Guerrero Esquivel explicó que factores como la discriminación, el entorno económico, la exposición a la violencia y la migración agravan la situación de la salud mental en el país, lo que impide que muchas personas accedan a una atención adecuada. La diputada destacó la importancia de eliminar estas barreras para garantizar un acceso equitativo a servicios de salud mental de calidad.
La legisladora también hizo hincapié en la vulnerabilidad de niñas, niños y adolescentes, quienes por encontrarse en una etapa formativa, son especialmente susceptibles a los problemas de salud mental. “Es fundamental reducir los factores de riesgo que puedan afectar su desarrollo pleno en la edad adulta”, mencionó, señalando que entre el 10 y 20% de los jóvenes en todo el mundo enfrentan problemas depresivos que en algunos casos están relacionados con el suicidio.
En México, el suicidio es la tercera causa de muerte en niños de 10 a 14 años y en jóvenes de 15 a 24 años, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), lo que subraya la urgencia de una mayor inversión en salud mental.
Actualmente, sólo el 2% del presupuesto en salud en México se destina a la atención de salud mental, muy por debajo de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sugiere invertir entre el 5 y 10% del presupuesto en este rubro. Además, el 80% de estos recursos se emplean en la operación de hospitales psiquiátricos, mientras que se invierte poco en detección temprana, prevención y rehabilitación.
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La diputada Guerrero Esquivel señaló que es crucial contar con un sistema eficaz y sostenido que provea no sólo atención médica, sino también medicamentos y apoyo terapéutico para que los tratamientos sean efectivos. “México sigue rezagado en materia de salud mental, y es momento de garantizar un verdadero derecho a la salud de forma integral”, concluyó.
Esta iniciativa busca colocar la salud mental en el centro de la agenda política, promoviendo una atención equitativa que aborde tanto los aspectos físicos como los mentales, y que permita a las personas vivir con mayor bienestar y dignidad.
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