Efecto Dunning-Kruger: ¿Por qué Creemos Saber Más de lo que Realmente Sabemos?
Por Javan Alfredo Aguilera Márquez
Desde mi óptica personal como psicólogo especializado en recursos humanos y clínica, es interesante analizar el fenómeno conocido como efecto Dunning-Kruger ya que ofrece una interesante visión sobre cómo nuestras percepciones pueden distorsionar la realidad. ¿Te has encontrado alguna vez pensando que tus habilidades o conocimientos superan la media y te sientes superior a los demás? ¿Quizás has llegado a la conclusión de que cocinas mejor que tus amigos, o que podrías manejar un vehículo mejor que cualquier otro conductor? Este sentimiento podría estar relacionado con el efecto Dunning-Kruger.
¿Qué es el efecto Dunning- Kruger? Es un fenómeno psicológico que se refiere a la tendencia de las personas menos competentes para sobreestimar sus habilidades o conocimientos, mientras que aquellos más competentes tienden a subestimarlos. En otras palabras, las personas con un bajo nivel de habilidad o conocimiento en una determinada área tienden a tener una percepción exageradamente positiva de sus capacidades, mientras que aquellos con un alto nivel de habilidad tienden a subestimar su competencia.
Un ejemplo ilustrativo de este fenómeno se observa en el personaje de Sheldon en la serie “The Big Bang Theory”. A pesar de tener amigos tan brillantes como él, Sheldon a menudo cree que sus habilidades y conocimientos son superiores a los de sus compañeros. Sin embargo, a lo largo de la serie, Sheldon aprende que cada uno de sus amigos tiene habilidades únicas y valiosas, y que incluso Penny, a pesar de no ser una científica, sobresale en áreas como las habilidades sociales.
Este ejemplo resalta cómo el efecto Dunning-Kruger puede influir en nuestra percepción de nuestras propias habilidades y en cómo nos comparamos con los demás. A veces, nuestra falta de conciencia sobre nuestras limitaciones puede llevarnos a sobrevalorar nuestras capacidades y subestimar las de los demás. Sin embargo, reconocer este fenómeno nos permite ser más conscientes de nuestras fortalezas y debilidades, y nos brinda la oportunidad de apreciar y aprender de las habilidades de los demás. En última instancia, el efecto Dunning-Kruger nos insta a mantenernos humildes y abiertos a seguir aprendiendo y creciendo.
En el siglo XVIII, José Cadalso describió este fenómeno en su obra “Los Eruditos a la Violeta”, donde satirizaba a aquellos que presumían de un vasto conocimiento pero en realidad carecían de profundidad en sus entendimientos.
Este concepto resuena hoy en día gracias a los estudios realizados por Kruger y Dunning, investigadores de la Universidad de Cornell. Sus investigaciones revelaron una discrepancia entre la competencia real y la percepción de esa competencia. Descubrieron que aquellos menos competentes tienden a sobrevalorar sus habilidades, mientras que aquellos más competentes a menudo subestiman las suyas. Esta disparidad se manifiesta en la dificultad que tienen las personas menos competentes para reconocer su propia incompetencia, así como para apreciar la competencia en los demás.
Una de las razones de este fenómeno es que no podemos evaluar nuestra incompetencia sin tener un mínimo conocimiento de la materia en cuestión. Por ejemplo, es difícil saber si tenemos un buen dominio del inglés escrito si no entendemos las reglas gramaticales del idioma. Además, nuestras mentes pueden construir percepciones sesgadas basadas en información limitada o prejuicios, lo que nos lleva a creer que sabemos más de lo que realmente sabemos.
¿Cómo podemos contrarrestar este efecto? La clave está en la conciencia y la humildad. Reconocer que todos estamos sujetos a esta tendencia nos permite abrirnos a las opiniones y conocimientos de los demás. Consultar a expertos en diferentes campos nos ayuda a expandir nuestro entendimiento y a tener una evaluación más precisa de nuestras habilidades. Y, por supuesto, seguir aprendiendo y formándonos en diversas áreas nos ayuda a mantenernos en contacto con la realidad de nuestro conocimiento y habilidades.
En conclusión, el efecto Dunning-Kruger nos recuerda la importancia de mantener una actitud de humildad intelectual y de continuar en la búsqueda constante de conocimiento. Solo al reconocer nuestras limitaciones podemos aspirar a un verdadero crecimiento y desarrollo, tanto a nivel personal como profesional.
Por último, es importante entender que cada persona tiene áreas en las que brilla y otras en las que puede necesitar mejorar. Como dijo Albert Einstein, “Si juzgas a un pez por su habilidad para trepar árboles, vivirá toda su vida creyendo que es estúpido”. Esto subraya la necesidad de reconocer y valorar las diferentes inteligencias y habilidades de cada individuo, en lugar de compararlos en términos absolutos.
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