El jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, anunció el decreto publicado en la Gaceta Oficial capitalina que expide la Ley Ambiental de la Ciudad de México, reemplazando la Ley Ambiental de Protección a la Tierra. Esta nueva normativa tiene como objetivo regir las políticas públicas para la conservación, protección, aprovechamiento sustentable y restauración de los ecosistemas y la biodiversidad de la ciudad.
“El medio ambiente y el agua son temas fundamentales para la viabilidad de la Ciudad de México. Para nosotros es muy importante que lo que vamos haciendo en términos de obra de gobierno esté respaldado por reformas legislativas”, señaló Batres Guadarrama.
Una de las disposiciones clave de la nueva ley es el Artículo 159, contenido en el Capítulo VII, titulado “El agua como bien público de la Ciudad de México”, que prohíbe la privatización del agua. “En la Ciudad de México está prohibida la privatización del agua en cualquier modalidad, así como los servicios que se derivan de su suministro y cobro, por lo que la gestión del agua es pública y sin fines de lucro”, explicó el Jefe de Gobierno, destacando su satisfacción con esta disposición.
La Ley Ambiental de la Ciudad de México también introduce programas de certificación de edificaciones sustentables, fomenta la captación de agua de lluvia y el tratamiento y reutilización de aguas. Además, establece la categoría de cuerpos de agua como Áreas de Valor Ambiental y la clasificación de “Cinturones Verdes” para evitar la expansión de la mancha urbana hacia el suelo de conservación. Las empresas constructoras estarán obligadas a destinar el tres por ciento del presupuesto de sus obras a medidas ambientales, y las Alcaldías deberán contribuir a la implementación de la estrategia para la conservación y uso sustentable de la biodiversidad.
Durante su presentación, el titular de la Jefatura de Gobierno, Martí Batres, mencionó otras reformas legislativas impulsadas en su administración, como la eliminación de la división entre suelo de conservación y suelo rural, el endurecimiento de las penas para quienes cometen el delito de tala ilegal de árboles y el establecimiento de un Sistema de Captación de Agua de Lluvia en la Constitución local. Destacó la recuperación de hectáreas de suelo de conservación invadidas, la ejecución de obras de drenaje con impacto ambiental positivo y la declaración de seis nuevas Áreas de Valor Ambiental.
El jefe de Gobierno también subrayó el impulso a proyectos con enfoque medioambiental, como la Planta Seleccionadora de Desechos Sólidos de Gustavo A. Madero, la Planta de Energía Solar en la Central de Abasto y la Planta Trituradora de Cascajo en Tláhuac. Este último proyecto tiene como objetivo procesar el cascajo depositado en el fondo del lago de San Gregorio, en Xochimilco, después de los temblores de 1985, para convertirlo en losetas.
Por su parte, la titular de la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA), Marina Robles García, informó que la nueva Ley Ambiental de la Ciudad de México garantiza el derecho de sus habitantes a gozar de un ambiente sano y reconoce a la naturaleza y sus elementos como entes con derechos que deben ser respetados y protegidos. La ley se compone de seis títulos, 33 capítulos y 335 artículos, que contemplan disposiciones para la protección, manejo y restauración del suelo de conservación, áreas verdes, áreas de valor ambiental, áreas naturales protegidas, áreas comunitarias de conservación ecológica y cuerpos de agua, biodiversidad, así como el cuidado y aprovechamiento del agua y el suelo.
Robles García destacó que la Ley refuerza la importancia de la participación ciudadana en el cuidado del medio ambiente y mencionó la conformación de un Consejo Asesor para brindar apoyo interinstitucional en materia ambiental. “La Ley, por supuesto, reconoce la consulta indígena y de pueblos originarios, pero además le abre espacio a una consulta de los vecinos”, indicó.
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La titular de SEDEMA también señaló los logros en política ambiental durante los últimos seis años, como la sobrepaso de la meta de reducción de emisiones de dióxido de carbono con un resultado del 105.5 por ciento, la cuadruplicación de especies de vegetación nativa y la reactivación de tierras ociosas. Además, se instalaron sistemas de cosecha de lluvia en 73 mil hogares y más de dos mil escuelas públicas, se crearon mil jardines para polinizadores y se capacitó a mil mujeres para su atención.
Finalmente, Robles García resaltó que la Ciudad de México alberga el 12 por ciento de la biodiversidad nacional y que el 59 por ciento de su superficie corresponde a suelo de conservación. “La ciudad es mucho más que asfalto y concreto, es una ciudad plena de espacios rurales, de espacios con naturaleza, que en estos años han tenido la mejor de las atenciones”, concluyó.
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