El presidente de Rusia, Vladímir Putin, reafirmó la intención de su país de seguir modernizando la tríada nuclear, compuesta por los tres componentes del arsenal atómico nacional. Este año, Rusia planea añadir a su arsenal los misiles balísticos intercontinentales Sarmat (RS-28), con capacidad nuclear y un alcance de 18.000 kilómetros.
“Planeamos seguir mejorando la tríada nuclear como garantía de la disuasión estratégica”, declaró Putin durante un encuentro en el Kremlin con egresados de los centros docentes militares.
El mandatario destacó que los avances en los componentes terrestre, aéreo y naval de las fuerzas nucleares son fundamentales para mantener el equilibrio global.
Nuevos desafíos y modernización continua.
Putin subrayó que, dado el complejo escenario internacional y el surgimiento de nuevos desafíos y riesgos, es esencial seguir fortaleciendo las Fuerzas Armadas rusas. “Seguiremos mejorando nuestras Fuerzas Armadas”, aseguró.
Rusia planea incorporar a su arsenal los misiles Sarmat, capaces de alcanzar objetivos sobrevolando los dos polos de la Tierra.
Estos misiles, con un alcance de 18.000 kilómetros, son una pieza clave en la estrategia de disuasión del país.
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Armamento Avanzado y Futuro de la Defensa Rusa.
Además de los Sarmat, las fuerzas nucleares rusas están equipadas con los avanzados misiles balísticos intercontinentales Yars, que poseen ojivas de reentrada múltiple y un alcance de 12.000 kilómetros.
En 2019, se incorporó al arsenal ruso el sistema Avangard, que incluye un misil balístico intercontinental y un vehículo hipersónico planeador capaz de alcanzar una velocidad 27 veces superior a la del sonido y de burlar los escudos antimisiles existentes y en desarrollo.
En 2023, Rusia comenzó a rearmar sus submarinos nucleares con los misiles hipersónicos Tsirkon, que pueden volar a una velocidad nueve veces más rápida que el sonido y tienen un alcance superior a los 1.000 kilómetros.
Equilibrio Estratégico y Perspectivas Futuras.
La modernización de la tríada nuclear rusa es vista por el Kremlin como una medida necesaria para mantener el equilibrio estratégico global y responder a las crecientes amenazas y desafíos internacionales.
Con la incorporación de estos avanzados sistemas de armamento, Rusia pretende consolidar su posición como una potencia nuclear dominante y asegurar su capacidad de disuasión frente a cualquier adversario potencial.
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