“Para el Gobierno de México, el compromiso con la defensa de los derechos humanos pasa por homologar el entendimiento de la trata como un delito a través del cual las personas pierden todos los derechos y se convierten en objetos susceptibles de ser explotados.”
Así fue el planteamiento de la delegación mexicana que asistió a la Tercera Sesión de la Coalición Regional contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes (CORETT) que se lleva a cabo en la ciudad de Panamá, Panamá.
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El Estado mexicano está representado por la Comisión Intersecretarial para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos, y la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas (UPMRIP), ambas adscritas a la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación.
Acudieron el titular de la Dirección General de Estrategias y Atención de los Derechos Humanos de Gobernación, Félix Santana Ángeles, y el coordinador del Centro de Estudios Migratorios de la UPMRIP, Miguel Ángel Aguilar, quienes compartieron la experiencia de México con las representaciones de países de Centroamérica, reunidos en Panamá.
Cabe recordar que la CORETT es una iniciativa surgida en 2011 y está constituida por nueve países: Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y República Dominicana.
La delegación nacional explicó la necesidad de territorializar el entendimiento de este delito en zonas turísticas, donde se genera precisamente turismo de explotación sexual. Asimismo, zonas agrícolas con espacios de explotación laboral, esclavitud y trabajo forzoso.
También zonas fronterizas, donde la población migrante es altamente vulnerable y está sujeta a explotación; y zonas rurales en las que se recluta a niñas, niños y adolescentes para actividades delictivas y existe el matrimonio forzoso.
Igualmente, en zonas urbanas y metropolitanas en las cuales se concentra la explotación sexual, el tráfico de órganos o experimentación biomédicas.
Además, la delegación mexicana detalló el contenido de los seis programas implementados en coordinación con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Cada uno de estos programas se ha diseñado en conjunto para combatir la explotación sexual y laboral, el trabajo infantil, el turismo sexual, el tráfico de personas, el matrimonio forzoso, el lavado de activos y el fortalecimiento de los albergues para atención y reparación del proyecto de vida de las víctimas, así como la implementación de acciones contra la trata de personas en las entidades federativas del país.
Con respecto al tráfico ilícito de personas migrantes, la representación de México expuso la importancia de elaborar un mapa regional con las rutas de tráfico de esta población, el cual contenga información sobre los costos que implica el tráfico de personas, desagregado por nacionalidad y sexo a fin de establecer acciones puntuales de colaboración.
Finalmente, se abordaron los avances y retos para la creación de un marco normativo específico sobre este delito de carácter transnacional en el cual la defensa de los derechos humanos sea el eje que guíe las acciones de los gobiernos de los países que conforman la CORETT.
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