En entrevista con José Ramírez Robledo, CEO de Cava Merché®️, productores de vinos de autor, que con seis etiquetas en el mercado ha logrado abrir camino en un segmento importante de Mexico y Latino América.
El primer paso.
Como productores de vinos de autor involucrados en todo el proceso desde la siembra hasta la comercialización podemos reconocer que: La industria vitivinícola en México enfrenta grandes retos y desafíos, sin dejar de reconocer que pese a los retos hemos avanzado.
No como deseamos, pero si se percibe un avance.
Reconocemos que cada actor en la cadena de la industria vitivinícola en México se efectúan acciones para sobre salir y realzar el vino mexicano; actores muy valiosos como: Paz Austin (directora del CMV), Carlos Bordoa (Director del México Selection by Concours Mondial de Bruxelles), han sido grandes impulsores para que la industria del vino empiece a ser un poco más reconocida.
A lo largo de la historia del vino mexicano, se ha abierto camino para ser aceptado y bien visto en la mesa.
Hubo momentos en que el vino nacional se calificaba como un producto de calidad media, sin embargo y gracias a grandes enólogos y Sommeliers, que a través de su labor constante, en conjunto con distintos actores a lo largo de la cadena productiva, esta percepción está cambiando por otra completamente positiva, con una alta calidad incluso a nivel mundial.
Sobre este crecimiento que está viviendo la industria del vino mexicano, José Ramírez comentó:
“Me apasiona ver como cada día un mayor segmento de la población habla de vino y empieza a reconocer la calidad del vino mexicano”, reiteró.
Añadió que el vino mexicano empieza a ser un tema aspiracional en momentos especiales sin encasillarlo en una edad específica como antes.
José Ramírez reconoció que la pasión manifiesta hoy en día en torno al vino mexicano es resultado del trabajo diario, dedicación y pasión de cada actor desde el campo hasta el comercio.
“Consideró que algo muy importante es haber perdido el miedo y competir mirando de frente a los grandes del mundo; países con gran tradición vitivinícola”
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¡La estatua del vino mexicano, hoy!
El CEO de Cava Merché®️ cree que están pasando cosas en la industria vitivinícola, en los últimos años:
1. Ha crecido el emprendimiento alrededor del vino mexicano.
2. Hoy tenemos marketing en redes sociales difundiendo cultura del vino en el país.
3. Se crece en hectáreas plantadas de uva en México e incluso de Agave.
4. Hemos surgido nuevas marcas poniendo atención en la máxima calidad y cada detalle para competir en nichos específicos.
5. Las vinícolas y bodegas tuvimos que salir al mercado electrónico.
6. Cada 7 de octubre es reconocido como Día del Vino Mexicano. Lo que representa un gran logro que el Consejo Mexicano de Vino ha consolidado.
José Ramírez advirtió que aún se trabaja en favor del sector vitivinícola de México, porque tiene grandes retos, el cambio climático, la crisis del agua, usos de suelo por encima del propio enoturismo, impulsando este último de manera responsable y trato digno a la tierra.
El gobierno debe tener apertura hacia la producción de vino nacional y los empleos que de esta industria surgen.
José Ramírez aclaró que se tienen que ir atendiendo rápido, empezando por el propio Gobierno Mexicano, basta con intentar solicitar un permiso, incluso constituir una empresa se vuelven trámites burocráticos y tortuosos, no hay homologación incluso en alcaldías cada una decide hasta qué hora vender alcohol.
Un Marco Regulatorio más ágil y que ayude al impulso de la industria vitivinícola.
“Un Marco regulatorio, implicaría que existiera un marco regulatorio real; una industria tan dinámica como la industria vitivinícola mexicana no puede permanecer sana y en desarrollo como en los últimos años”, agregó.
Explicó que sin un marco regulatorio real, la Norma Oficial Mexicana (NOM), responsable del control productivo del vino mexicano actualmente es muy laxa. Sin estructura para lo que representa esta industria.
Por ello externo Ramírez, urge un marco regulatorio puntual con claridad de regiones, zonas productivas, variedades, métodos, estilos.
“Entiendo que contar con la denominación de origen es demasiado pretenciosa en este momento para una industria en desarrollo. Pero lo mínimo que podríamos tener es una norma con indicación geográfica, que permita tener claridad sobre el vino mexicano”.
Por ello recomendó no solo resumirlo al que se produce con uvas que fueron cultivadas, procesadas y embotelladas en territorio nacional.
José Ramírez subrayó que se requiere una normatividad; una ley que involucre procedencia, protección de terruños, maneras responsables de comercializar, etc.
Los impositivos afectan la comercialización frente a otras empresas internacionales.
Otro aspecto que las autoridades deben enfrentar es el marco impositivo, pues se volvió una problemática para la industria vitivinícola de México: encontrar un esquema real, objetivo y real; en el cual el gobierno mexicano entienda que el vino mexicano es un elemento de la cultura mexicana y presente en la mesa de familias mexicanas.
José Ramírez manifestó que una de las razones por las que se piensa que el vino mexicano es caro, es por qué enfrenta muchos retos, entre ellos el cobro de impuestos en los que el IVA y EIPS lo hacen poco competitivo frente a otros productores del mundo.
Es imposible lograr el desarrollo del campo, también se debe apoyar a los productores, a todos los actores claves del sector vitivinícola, urge una tasa impositiva que permita ser más competitivos frente a otras variedades principalmente sudamericanas que entran a México con tasas impositivas más accesibles para el bolsillo del mercado nacional.
Comercializarlo y distribuirlo es todo un reto.
Se debe tener clara la regulación que permita entender el origen como el gran factor determinante en el vino mexicano.
“En nuestro país sabemos hacer vinos de la más alta calidad a un costo razonable.
Vino mexicano frente al futuro.
De acuerdo con José Ramírez en los próximos años serán de grandes retos, donde la innovación, tecnológica, creatividad serán factores determinantes para enfrentar el cambio climático; las certificaciones verdes que serán cada vez más necesarias en la industria.
Objetivo no menor, pero de gran relevancia ya que implicará ajustes en las bodegas de cara a la forma de producir, la manera de comercializar e incluso hacer marketing, los canales de distribución (huella de carbono), los envases incluso el uso de opciones de tapones.
José Ramírez auguró que el vino mexicano aún con todos los retos y dificultades que enfrenta es un producto que está a la altura de vinos procedentes de España, Francia e Italia.
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