En un nuevo capítulo del conflicto entre Rusia y Ucrania, ambos países llevaron a cabo un intercambio de prisioneros de guerra este sábado, que involucró a un total de 230 personas.
Según el Ministerio de Defensa de Rusia, 115 soldados rusos, capturados durante una incursión fronteriza ucraniana en la región de Kursk el pasado 6 de agosto, fueron liberados y se encuentran ahora en territorio de Bielorrusia, donde están siendo sometidos a análisis médicos y psicológicos.
En contrapartida, Rusia entregó a Ucrania 115 prisioneros ucranianos. El intercambio fue posible gracias a la mediación humanitaria de los Emiratos Árabes Unidos, un actor que ya ha intervenido en anteriores ocasiones para facilitar acuerdos entre las partes en conflicto.
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De acuerdo con informes de canales de Telegram y blogueros militares rusos, los prisioneros rusos liberados eran en su mayoría reclutas que cumplían su servicio militar cuando las tropas ucranianas penetraron en la región de Kursk.
Este hecho ha generado indignación entre las madres de los soldados y organizaciones de derechos humanos, quienes cuestionan la capacidad del Servicio Federal de Seguridad ruso para proteger las fronteras del país.
En respuesta a esta situación, el Ministerio de Defensa de Rusia ha anunciado la creación de tres nuevas agrupaciones militares en las regiones de Kursk, Bélgorod y Briansk, con el objetivo de reforzar la seguridad en la frontera.
El intercambio de prisioneros se produce en un momento crítico, ya que la guerra en Ucrania cumple dos años y medio sin que el ejército ruso haya logrado expulsar completamente a las tropas ucranianas de la región de Kursk.
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