En el contexto de las históricas elecciones judiciales que marcan un precedente en la historia democrática de México, Picotazo Político conversó con uno de los aspirantes que ha captado la atención del ámbito jurídico y de la opinión pública.

Se trata de Salvador González Álvarez, candidato a magistrado en materia administrativa del Primer Circuito, quien figura en la boleta rosa con el número 28.

Con una trayectoria que comenzó desde los niveles más básicos del servicio público judicial y que lo ha llevado a ocupar actualmente el cargo de secretario del Consejo de la Judicatura Federal, González Álvarez nos comparte su visión: acercar la justicia administrativa al ciudadano común, con sensibilidad, experiencia y eficiencia.

“Mi mayor logro profesional hasta ahora ha sido llegar a ser secretario de tribunal, porque empecé desde abajo”, nos dice.
Ingresó al Poder Judicial en 2012 como oficial administrativo. Desde ahí, escaló puestos clave: actuario, secretario en diversos tribunales —civil, administrativo, de competencia económica—, hasta llegar al colegiado en materia administrativa.
Durante la charla, destacó algo fundamental:
“Al haber iniciado desde abajo, conozco todos los movimientos del órgano jurisdiccional. Sé en qué se puede mejorar y cómo llevar un despacho eficiente que no solo resuelva asuntos, sino también garantice el cumplimiento interno de la ley y la disciplina”, externó.
Sobre el papel de la justicia en el fortalecimiento del Estado de Derecho, señala que en los tribunales administrativos se dirimen temas clave como impuestos, multas o incluso la legalidad de políticas públicas.

“Ahí se decide cómo el gobierno trata a sus ciudadanos. Debe haber conocimiento técnico, pero también sensibilidad para interpretar la ley”.
Al ser cuestionado sobre cómo acercar la justicia a la ciudadanía, fue claro: “Hay que flexibilizar la interpretación de la norma, sin caer en ilegalidades, pero dejando atrás formalismos que muchas veces se convierten en barreras.
Las personas necesitan resoluciones justas, no sentencias frías”, expresó.
En sus recorridos por calles, parques y plazas públicas, reconoce haberse topado con ciudadanos que carecen de orientación jurídica y otros incómodos por la lentitud del sistema.
“Hay quienes llevan seis años esperando un fallo de divorcio. Me dicen: ‘los abogados y los jueces no nos ayudan’… y tienen razón en sentirse así”.

Te puede interesar: Impulsan reforma para prohibir la sobreventa de boletos de avión en México
Frente a esos casos, el aspirante se ha propuesto impulsar criterios más eficaces desde el tribunal. “En mi paso por el colegiado administrativo, propusimos resolver desde el fondo para evitar regresos interminables de expedientes. Una justicia tardía, simplemente no es justicia”.
En cuanto al uso de tecnologías, es entusiasta pero realista: “La digitalización debe avanzar, pero también debe capacitarse al personal. No se puede perder un juicio porque alguien no encontró un archivo entre 50 carpetas”.
Finalmente, hace un llamado ciudadano: “Lo más valioso que tenemos como jueces es nuestra independencia. Pero ahora, el pueblo puede elegir. Si creen en una justicia más humana y eficiente, que voten rosa, por el número 28. Estoy aquí para servir”.
Más historias
IECM concluye entrega de insumos para elección judicial
Entregan apoyo para útiles y uniformes 2025 en CDMX
Suspenden 30 “chelerías” irregulares en operativos nocturnos