¡Una explosión de arte, historia y fuerza interior se apodera de la Sala de Arte Público Siqueiros! Con el corazón en alto y el pincel como arma, David Alfaro Siqueiros vuelve a hablarle al mundo a través de su poderosa exposición Cristos en prisión, una muestra que estremece el alma y sacude conciencias desde el primer trazo.
Organizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y curada con pasión y detalle por Daniel Garza Usabiaga, esta vibrante exposición nos transporta al último y más doloroso encierro del muralista en la cárcel de Lecumberri, donde, lejos de apagarse, su genio artístico ardió más fuerte que nunca. ¡Y vaya que ardió!
En esta serie de obras, Siqueiros transforma la figura de Jesucristo en símbolo de lucha social, dignidad y resistencia política. Nada de retratos pasivos o religiosos. Aquí el Cristo que emerge es un preso político, un mártir moderno, un reflejo del propio artista que, en medio del encierro, encontró una manera de gritar libertad con sus pinceles.

Entre las joyas que el público podrá admirar están Cristo del pueblo y Cristo mutilado (ambas de 1963), junto con Cristo, el redentor vencido, testimonio conmovedor del Siqueiros más humano y combativo. Además, se despliega un archivo visual fascinante que incluye fotografías, documentos originales y materiales de referencia que usó para componer su inolvidable Cristo de la paz, pieza que hoy habita nada menos que en el Museo del Vaticano.
¿Sabías que El Coronelazo, como era apodado, fue arrestado por “disolución social”? ¡Sí! Incluso utilizaron sus propias obras como pruebas en su contra.
Pero lejos de callar, Siqueiros convirtió su arte en trincheras y su celda en taller. “Yo tomo a Cristo como un perseguido político… una víctima de la represión”, decía, y lo demostró en cada pincelada.
La exposición también revela que *Siqueiros no fue el único artista preso en Lecumberri. Se presenta una pieza sorprendente: *Estudio mural de la penitenciaría (1943), de Manuel Rodríguez Lozano, una reinterpretación de La Piedad de Miguel Ángel que se convirtió en la primera obra mural realizada dentro de una prisión mexicana. ¡Arte tras las rejas, pero libre de espíritu!.

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Como si fuera poco, los visitantes podrán ver dos medallas otorgadas por el Vaticano, recortes de prensa de la época y hasta una increíble foto de Siqueiros posando como modelo para su Cristo: con los brazos extendidos y los dedos entrelazados, transformando su cuerpo en mensaje.
📍Cristos en prisión está abierta al público de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas, en Tres Picos 29, Polanco, Ciudad de México. Prepárate para vivir una experiencia intensa, profunda y transformadora.
Porque Siqueiros no solo pintó murales: pintó convicciones, encendió ideas, y con cada trazo, exigió justicia. ¡No te lo puedes perder!
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