El caso de corrupción en la tienda de abasto social para vender productos a las personas de escasos recursos, sigue dando de qué hablar: esta vez encontraron a la venta pilas en Polonia de la marca “Segalmex”, informó el diario El País.
De acuerdo con el diario, las pilas de la marca Segalmex se venden en un supermercado Carrefour de la ciudad de Varsovia, en Polonia.
En marzo de 2019, Segalmex afirmó que las pilas debían considerarse como un producto de consumo básico, como lo son las carnes, granos, lácteos, pan, enlatados y otros.
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El 23 de septiembre de ese mismo año, la dependencia compró un millón 191 mil 527 pilas a la empresa Tempoel México S.A. de C.V. por 14.8 millones de pesos, a través de Diconsa, como parte del programa Abasto Rural.
En la compra, la mayoría eran pilas D, que se utilizan para linternas, pero también había AA y AAA para control remoto y radios, así como pila C, mejor conocida como “la cuadrada”, que se usa para consolas de videojuegos y juguetes.
Quien cerró el trato fue Manuel Lozano, exdirector comercial de por parte de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) y es investigado por la Fiscalía General de la República (FGR) por otro caso de corrupción.
Tempoel entregó pilas incompletas a Segalmex.
De acuerdo con las auditorías a las que tuvo acceso el diario El País, Segalmex pagó por adelantado un determinado número de pilas a Tempoel, sin embargo, la empresa entregó menos de la mitad de la cantidad acordada.
Segalmex informó que Tempoel sólo le entregó el 39.73 por ciento de las pilas pagadas, equivalente a 5.9 millones de pesos, sin embargo, la empresa afirma que le entregó menos de ese porcentaje.
La empresa mexicana de pilas reconoció que no entregó el pedido completo, pero explicó que se debió a una orden de Segalmex, quien le solicitó frenar la entrega de baterías y además la obligó a mantenerlas almacenadas en sus bodegas, pese a que se acercaba su fecha de expiración.
Sin embargo, Segalmex acusó a Tempoel de incumplimiento de contrato, y por ello la Dirección de Asuntos Jurídicos comenzó acciones legales en contra de la empresa desde febrero de 2022.
Ante las acusaciones de Segalmex, la empresa mexicana respondió que se habían acordado cinco entregas, pero la paraestatal no permitió que se concluyera ni una.
“No nos han aceptado en reiteradas ocasiones que hemos intentado hacerles la entrega de su material”, dijo Tempoel y señaló que la falta de entregas a Segalmex le provocó un sobrestock de alrededor de 150 mil dólares.
Entre el último trimestre de 2019 y principios de 2020, cuando Ignacio Ovalle era el director, Segalmex comenzó a utilizar una práctica conocida como “recepción jurídica”, que consiste en pagar a proveedores la totalidad de contratos, pero empresas guardaban los productos hasta que la dependencia los solicitara, lo que generó un daño a la Hacienda pública.
Además de pilas, Segalmex compró de igual manera otros productos, como gelatina, champú para piojos, chocolate, café y carne deshebrada.
En el caso de las pilas, muchas no se vendieron en las comunidades con altos índices de pobreza, y otras caducaron en bodegas, pero también hubo lotes “perdidos” en mercados del otro lado del mundo.
Por ahora se desconoce si la empresa comercializadora polaca Maxx10Group Sp. Zoo hizo trato con Segalmex o con Tempoel para obtener las pilas con la marca de la dependencia.
Y es que al ser cuestionadas por dicho medio, Segalmex se deslindó de la venta con el argumento de que no cuenta con las facultades para vender productos en el extranjero, y Tempoel afirmó que no vendió ningún producto a la comercializadora, con sede en el poblado rural de Lazy.
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