Yucatán, es el estado de México con menor actividad sísmica

Por su privilegiada ubicación geográfica, Yucatán se ha consolidado como el estado de la República Mexicana con menos actividad sísmica registrada a lo largo de la historia. A diferencia de otras regiones del país afectadas por la alta interacción tectónica, Yucatán presenta condiciones de estabilidad que lo hacen destacar en el panorama nacional.

México, al estar ubicado en el “Cinturón de Fuego del Pacífico”, es conocido por su intensa actividad sísmica.

Estados como Chiapas, Guerrero, Oaxaca, y Michoacán, entre otros, suelen ser los más afectados debido a la constante fricción entre las placas tectónicas de Cocos y Rivera con las de Norteamérica y el Caribe. Este fenómeno provoca una gran cantidad de sismos en el territorio nacional, afectando incluso a estados alejados de la costa del Pacífico, como Veracruz y Puebla.

Sin embargo, Yucatán, junto con otros estados del noreste y centro-norte de México, como Chihuahua, Coahuila y Zacatecas, se encuentra en una región con muy baja o nula actividad sísmica. De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), Yucatán pertenece a la “Zona A”, una clasificación donde no se esperan movimientos telúricos significativos y no se han registrado eventos de gran magnitud en los últimos 80 años.

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En toda su historia, Yucatán ha reportado solo cinco sismos, ninguno de gran intensidad. El más fuerte, registrado en 1978, tuvo una magnitud de 4.6 grados, mientras que el evento más reciente ocurrió en abril de 2016 con una magnitud de 2.9 grados, localizado a 16 kilómetros de la costa de Puerto Progreso. Esto lo convierte en una de las entidades más seguras en cuanto a actividad sísmica en el país.

En contraste, el Servicio Sismológico Nacional ha reportado, en lo que va de 2024, más de 22 mil sismos en México, la mayoría concentrados en las zonas de mayor actividad sísmica.

Estos eventos, que varían entre 3 y 3.9 grados, reflejan la constante interacción tectónica en la que se encuentra el territorio mexicano.

La estabilidad geológica de Yucatán no solo ofrece tranquilidad a sus habitantes, sino que también lo posiciona como un lugar atractivo para quienes buscan residir o invertir en una región con mínimas probabilidades de sufrir un terremoto, en comparación con otras partes de México.