Un ataque armado en el bar Los Cantaritos, ubicado en Querétaro, dejó al menos 10 muertos y 7 heridos. Según el secretario de Seguridad Pública de Querétaro, Juan Luis Ferrusca, los agresores llegaron a bordo de una camioneta y abrieron fuego en el interior del establecimiento.
Ferrusca detalló que los atacantes, al menos cuatro de ellos, estaban armados con rifles de asalto. Los servicios de emergencia arribaron rápidamente al lugar, donde confirmaron la magnitud del ataque.
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El funcionario también señaló que un sospechoso fue detenido en las cercanías, y el vehículo utilizado en el crimen fue hallado abandonado e incendiado.
Aunque Querétaro se ha mantenido como una de las ciudades más seguras de México, esta tragedia resalta el creciente temor a la violencia en la región.
Querétaro se encuentra en el centro del país, rodeado por los estados de Guanajuato y Michoacán, que son conocidos por su alta incidencia de delitos relacionados con el crimen organizado y el narcotráfico.
Este ataque se presenta como un hecho aislado, pero genera preocupación entre los habitantes, pues la violencia sigue escalando en diversas partes del país.
Desde el inicio de la guerra contra el narcotráfico en 2006, México ha registrado más de 450.000 asesinatos, y aunque Querétaro ha sido un referente de seguridad, el crimen organizado parece extender su influencia en nuevas regiones.
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