En el marco del nuevo modelo de justicia civil y oral, el magistrado Yaopol Pérez Amaya Jiménez, del Poder Judicial de la Ciudad de México (PJCDMX), subrayó la necesidad de que jueces y abogados cuenten con una sólida capacidad científica en el conocimiento jurídico. Durante su participación en un foro especializado, el magistrado destacó que los litigantes deben dejar de ser percibidos únicamente como peticionarios de justicia para asumir un papel activo como administradores de justicia junto con los jueces.
El magistrado, quien forma parte de la Séptima Sala Civil del PJCDMX, que preside el magistrado Rafael Guerra Álvarez, enfatizó que este cambio de perspectiva es esencial para lograr sentencias más justas y equitativas. “Ellos [los abogados] van a los juicios a ganar o perder, pero por regla general no se visualizan como administradores de justicia ellos mismos, sino como peticionarios; esta visión debe transformarse”, señaló.
El nuevo rol que deben adoptar los abogados postulantes, explicó, requiere una participación técnica más efectiva, aportando información privilegiada y basada en un profundo conocimiento del derecho. Pérez Amaya subrayó que esta transformación implica no solo una capacitación adecuada, sino también un enfoque científico en su práctica profesional.
“El abogado debe ser científico en la palabra. Por ejemplo, si hablamos de ‘posesión’, debo haber investigado las tres mil jurisprudencias y tesis aisladas en el Semanario Judicial de la Federación, haber leído libros de doctrina y derecho comparado, e incluso examinar tratados internacionales. Solo entonces puedo presentar una demanda sólida”, detalló.
El magistrado insistió en que la práctica jurídica basada únicamente en la repetición de conceptos sin una comprensión profunda es insuficiente y hasta contraproducente. Por ello, exhortó a las abogadas y abogados a prepararse con rigor para enfrentar audiencias y juicios, llevando consigo un conocimiento profundo y científico de los temas a tratar.
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“El conocimiento jurídico no puede ser superficial; debe ser el resultado de una investigación y análisis exhaustivos. Solo así podremos hablar con certeza y sentido, contribuyendo a una administración de justicia más efectiva”, concluyó.
Esta visión, acorde con los principios del nuevo sistema de justicia civil y oral, busca fortalecer la calidad de los juicios y, en última instancia, generar un impacto positivo en la sociedad a través de resoluciones más justas.
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