Pionyang condenó este lunes las declaraciones del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien calificó al país asiático como un “Estado canalla” en una reciente entrevista. En respuesta, la agencia estatal KCNA publicó un comunicado firmado por un funcionario de la Cancillería norcoreana, acusando a Washington de provocar políticamente a Corea del Norte.
Según el documento, “las declaraciones hostiles del secretario de Estado de EE.UU., que manchan irreflexivamente la imagen de un Estado soberano, constituyen una grave provocación política”. Además, calificó las palabras de Rubio como “groseras y absurdas”, asegurando que reflejan la visión errónea de la nueva administración de Donald Trump sobre la República Popular Democrática de Corea.
Pionyang advirtió que no tolerará provocaciones de Estados Unidos y tomará “medidas correspondientes con firmeza”, en un contexto de tensiones renovadas entre ambos países.
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Reacción de Corea del Sur.
El gobierno surcoreano también reaccionó al comunicado norcoreano. Koo Byoung-sam, portavoz del Ministerio de Unificación, criticó la postura de Pionyang y aseguró que el verdadero infractor de las normas internacionales es Corea del Norte. “Seúl y Washington comparten el objetivo de la total desnuclearización de Corea del Norte”, afirmó en una rueda de prensa.
Esta es la primera crítica directa de Corea del Norte contra la administración de Trump, quien recientemente expresó su intención de contactar a Kim Jong-un para reanudar el diálogo sobre desarme nuclear.
Aunque ambos líderes se reunieron en tres ocasiones entre 2018 y 2019, las negociaciones se estancaron debido a la falta de acuerdo sobre el proceso de desnuclearización.
Críticas al plan de defensa de EE.UU.
Además del comunicado contra Rubio, Corea del Norte también condenó los planes de la administración estadounidense para reforzar sus sistemas de defensa antimisiles. Según KCNA, este proyecto busca justificar el aumento de fuerzas militares y facilitar ataques preventivos sin temor a represalias.
El comunicado norcoreano advierte que la modernización del sistema de defensa de EE.UU. tiene como objetivo fortalecer su hegemonía militar global y militarizar el espacio.
Las recientes declaraciones de Pionyang reflejan el deterioro de las relaciones con Washington, en un momento en que las tensiones geopolíticas vuelven a aumentar en la península coreana.
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