Por Daniel Ibáñez
De acuerdo con la secretaría de gobernación, consultada por Human Rights Watch, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, CNDH, fue creada en 1990, a través de un decreto firmado por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari. La finalidad de este organismo es promover y vigilar que las instituciones gubernamentales cumplan con sus obligaciones de defender y respetar los derechos humanos.
Hay antecedentes en el siglo XIX, cuando el abogado constituyente Ponciano Arriaga, diputado de San Luis Potosí, impulsó la promulgación de la Ley de Procuraduría de Pobres en 1847.
A lo largo de los años, organizaciones civiles y actores políticos han denunciado el actuar de este organismo público por supuestamente, no estar a la altura de las circunstancias. Para algunos analistas, es la propia CNDH quien da mayor visibilidad al victimario que a la víctima. No obstante lo anterior, a nivel internacional hay reconocimiento porque en nuestro país existe un órgano encargado de la vigilancia hacia el gobierno.
Lamentablemente, en los años más recientes, la Comisión está envuelta en polémica e intereses personales. Desde la llegada de Rosario Piedra a la titularidad de la CNDH, hubo disgusto por quienes sugirieron que el organismo quedaría a merced de una persona: El entonces presidente.
Desde entonces los reclamos fueron en aumento, sobre todo de los sectores más golpeados y desprotegidos: las mujeres violentadas y las madres buscadoras.
Ahora está a punto de iniciar una nueva etapa. Este 24, 25 Y 26 de octubre se realizará un evento en el senado de la república para escuchar los proyectos de 48 aspirantes a la presidencia de la CNDH en el periodo 2024-2029. En la lista de aspirantes se encuentran Rosario Piedra, actual presidenta de la comisión, Nashieli Ramírez, presidenta de comisión de derechos humanos de la Ciudad de México, y Tania Ramírez Hernández, directora de la red por los derechos de la infancia en México.
Especialistas exigen un cambio en la actitud de esta institución, pues ahora, con un antecedente presidencial que solo buscaba venganza, la CNDH trata de callar cualquier voz en su contra. Tal es el caso de tres legisladores del PAN quienes protestaron pacíficamente a las afueras de las instalaciones para que la comisión hiciera caso de los reclamos hechos por trabajadores del Poder Judicial en contra de la reforma judicial.
Los diputados panistas ahora están bajo vigilancia y fueron citados a declarar el próximo 31 de octubre bajo la amenaza de que si no se presentan podrán ser arrestados o multados.
La presidenta Claudia Sheinbaum ya tiene mucho peso encima con la sombra de su antecesor. Ya le metió en el partido a uno de sus muchachos. Es momento de quitarse todos aquellos pesos que no permiten avanzar hacia un nuevo gobierno, y prueba de ello será ver cómo la mandataria se comporta frente al cambio de administración en la CNDH.
Daniel Ibáñez es un periodista mexicano egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM. Con una destacada trayectoria en medios de comunicación, ha colaborado tanto en radio como en televisión, consolidando su experiencia en diversos formatos informativos. Actualmente, se desempeña como coordinador de espacios informativos en El Financiero, conductor del podcast M-Regente, miembro de la Asociación Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT).
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