A pesar de los esfuerzos recientes para mejorar el transporte público en la Ciudad de México, las personas con discapacidad aún enfrentan grandes dificultades para acceder a un servicio adecuado.
Así lo manifestó Silvia Sánchez Barrios, coordinadora de la Asociación Parlamentaria Mujeres por el Comercio Feminista e Incluyente, quien señaló que aproximadamente 800 mil capitalinos con algún tipo de discapacidad carecen de un servicio de transporte público accesible.
Aunque los nuevos trolebuses y autobuses de la RTP representan un avance significativo al incorporar tecnologías de accesibilidad, como asientos abatibles y sistemas braille, la legisladora subrayó que estos avances no son suficientes para resolver la problemática.
En respuesta, Sánchez Barrios presentó una Proposición con Punto de Acuerdo en el Congreso de la Ciudad de México, donde exhortó a las autoridades locales a integrar un acceso universal en los planes de movilidad para el presupuesto de 2025.
“La movilidad no solo es un derecho humano, sino que también tiene un impacto directo en la calidad de vida de las personas con discapacidad, quienes enfrentan dificultades para desplazarse de manera autónoma y segura”, indicó Sánchez Barrios.
La legisladora insistió en que el transporte público debe ser una herramienta para garantizar la inclusión, especialmente para aquellos que más lo necesitan.
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Además, destacó que los actuales esfuerzos de la Secretaría de Movilidad, aunque incluyen mejoras para la accesibilidad, no cubren de manera adecuada las necesidades de este sector.
En particular, las áreas periféricas de la ciudad siguen careciendo de una infraestructura de transporte adecuada.
En conclusión, la diputada instó a las autoridades a coordinarse y fortalecer los esfuerzos para hacer del transporte público un servicio accesible y equitativo para todos los ciudadanos, independientemente de sus condiciones físicas.
Ambas versiones abordan el tema de manera clara, pero la segunda opción tiene un enfoque más directo hacia la propuesta de la legisladora y la necesidad urgente de acciones concretas, mientras que la primera ofrece una visión más amplia de los avances y las deficiencias en el sistema de transporte público.
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