Investigadores del Centro de Investigación y Desarrollo de Tecnología Digital (Citedi) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) han desarrollado un sistema inteligente para monitorear el flujo de agua potable en los hogares. Este proyecto busca recopilar información sobre el consumo de agua y analizar posibles anomalías en el flujo, contribuyendo a una mejor gestión del recurso hídrico.
El sistema es parte del proyecto “Desarrollo de prototipos de ciudades inteligentes para aplicaciones a problemas municipales”, dirigido por los investigadores Sergio Jesús González Ambriz y Ciro Andrés Martínez García Moreno, y desarrollado por el estudiante de Maestría en Ciencias en Sistemas Digitales, Daniel Rubén García Ávila. La tecnología emplea diversos sensores, imagen y telecomunicaciones para medir con precisión el flujo de agua en las tuberías de los hogares.
Ante la creciente escasez de agua en México y el mundo, García Ávila destacó la importancia de proyectos orientados a ciudades inteligentes, capaces de recopilar datos precisos y generar estrategias de acción oportunas para enfrentar esta problemática.
El sistema desarrollado envía información cada hora a una base de datos alojada en Amazon Web Services, donde un algoritmo analiza los datos para detectar fugas de agua y predecir el comportamiento del flujo hídrico.
A diferencia de los medidores tradicionales, este sistema digital utiliza un sensor en forma de rondana que registra el número de litros de agua que pasan por la tubería en un tiempo determinado.
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“El objetivo es conocer los patrones de consumo de agua en diferentes momentos del año, permitiendo generar estrategias para el uso eficiente y sostenible del recurso”, explicó García Ávila.
El proyecto se enmarca dentro de un modelo más amplio de ciudades inteligentes, que busca resolver problemas urbanos mediante nuevas tecnologías. Aunque inicialmente se diseñó para Tijuana, su implementación es viable en cualquier ciudad del país.
Además, esta tecnología podría aplicarse en otras áreas, como el monitoreo de la calidad del aire, temperatura y humedad, lo que contribuiría a mejorar la predicción del clima y la toma de decisiones ambientales.
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