Con la asistencia de aproximadamente un millón 300 mil personas, la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, inauguró el Gran Desfile de Día de Muertos 2024 de la Ciudad de México. Entre catrinas, catrines, flores de cempasúchil, máscaras, carros alegóricos y música, el evento arrancó desde la emblemática Puerta de los Leones del Bosque de Chapultepec, reafirmando el orgullo capitalino por una de las celebraciones más queridas de la cultura mexicana.
“Con este desfile celebramos que el Día de Muertos está considerado como Patrimonio Cultural de la Humanidad. La Ciudad de México es una ciudad abierta al mundo, hermana de las grandes capitales, y hoy festejamos con alegría la visita de nuestros difuntos”, expresó Brugada en su mensaje de apertura.
Acompañada por la secretaria de Cultura, Ana Francis López Bayghen, y la secretaria de Turismo, Alejandra Frausto Guerrero, la mandataria destacó la labor de más de 6 mil personas, entre artesanos y miembros de los Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (PILARES), quienes se unieron para presentar un desfile que unió tradición y creatividad.
La participación de miles de capitalinas y capitalinos, así como visitantes nacionales e internacionales, abarrotó la ruta de ocho kilómetros que abarca el Paseo de la Reforma, avenida Juárez, Cinco de Mayo y concluye en el Zócalo. Familias enteras llegaron desde temprano para asegurar su lugar, con algunos trayendo banquitos y sillas para disfrutar del espectáculo desde primera fila. Entre aplausos y vivas, observaron el paso de coloridos contingentes en los que participaron niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, todos engalanados con trajes regionales, disfraces multicolores, y acompañados de 71 carros y ocho grupos de mojigangas.
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Destacaron las figuras de ajolotes gigantes y personajes de la cosmovisión prehispánica, como las “Figuras del Mictlán”, además de un homenaje a las mujeres ilustres de México, con representaciones de Frida Kahlo, Rosario Castellanos y Sor Juana Inés de la Cruz. No faltaron los toques musicales: batucadas, marimbas, rock y danzones sonaron en todo el recorrido.
El Gran Desfile de Día de Muertos, que desde 2016 busca rendir tributo a esta celebración milenaria, se ha convertido en un referente para honrar el carácter único de esta festividad, considerada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
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