La Ignorancia Racional influyó en las elecciones
Por el Dr. Horacio Rafael Rodríguez Montalvo
Hemos vivido las elecciones nacionales y las de nuestro vecino del norte, cuyos resultados nos han dejado sorprendidos. La política es un campo complejo que se nutre de la interacción entre individuos, grupos y estructuras sociales. Se han escuchado propuestas agresivas, groseras y provocativas; uno podría pensar que, al ofender a varios grupos, la molestia se reflejaría en un resultado negativo para el candidato que las expresó, pero, sorprendentemente, han ganado.
Lo que da origen al presente artículo donde se analiza cómo la ignorancia racional emerge como un fenómeno relevante que influye en las decisiones políticas y en la formación de opiniones.
¿Qué es la Ignorancia Racional?
Se refiere a la decisión consciente de no informarse sobre ciertos temas debido a los costos asociados con la obtención de información. En el ámbito político, esto puede manifestarse cuando los ciudadanos optan por no investigar o comprender las complejidades de las políticas públicas, los candidatos o los procesos electorales. Esta falta de información no siempre es resultado de una incapacidad intelectual, sino más bien de una evaluación costo-beneficio: si el esfuerzo para informarse supera el beneficio percibido, muchos optan por permanecer desinformados.
México enfrenta un panorama político caracterizado por una alta polarización, desconfianza hacia las instituciones y una historia de corrupción. Estos factores pueden contribuir a un entorno donde la ignorancia racional florece. Muchos ciudadanos pueden sentir que su voto tiene poco impacto o que los políticos no representan sus intereses, lo que lleva a una apatía generalizada y a una falta de interés por informarse sobre cuestiones políticas.
El impacto en la psicología política permite que actores políticos manipulen la información a su favor. En un entorno donde muchos ciudadanos carecen del conocimiento necesario para cuestionar discursos populistas o promesas vacías, se facilita la propagación de noticias falsas y desinformación. Si le agregamos el factor emocional, tenemos la fórmula perfecta para tener alto impacto.
Al no contar con información objetiva puede intensificar la polarización política. Los ciudadanos tienden a buscar información que confirme sus creencias preexistentes (sesgo de confirmación), lo que refuerza divisiones y dificulta el diálogo constructivo entre diferentes grupos.
La percepción de que el contrincante político es ineficaz o corrupto puede llevar a un ciclo vicioso donde los ciudadanos se sienten desmotivados para participar en el proceso electoral. Este desinterés puede resultar en una baja participación en las elecciones, lo que a su vez permite que los mismos actores políticos, a menudo poco representativos de la población, continúen en el poder.
En México, la educación cívica ha sido históricamente deficiente. Muchos ciudadanos no reciben la formación necesaria para comprender cómo funciona el sistema político, sus derechos y responsabilidades. Esta carencia educativa contribuye a la ignorancia racional, ya que, sin un marco adecuado de referencia, es difícil que los individuos se sientan motivados a informarse y participar activamente en la política.
Cuando los votantes carecen de información precisa sobre candidatos y políticas, es probable que tomen decisiones basadas en emociones o percepciones superficiales. Esto puede llevar a la elección de líderes que no están alineados con los intereses y necesidades reales de la población. Y generar un sentimiento de “logro” al derrotar al contrincante, aunque no hayan tenido idea de a quien le dieron poder. México y Estados Unidos nos han dado el ejemplo de esto.
Para contrarrestar los efectos negativos de la ignorancia racional, es crucial desarrollar programas educativos que promuevan una comprensión profunda del sistema político y fomenten el pensamiento crítico. Esto incluye desde la educación básica hasta iniciativas comunitarias que involucren a ciudadanos en discusiones sobre política.
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Las plataformas digitales pueden ser herramientas poderosas para democratizar el acceso a información veraz y objetiva. Iniciativas que promuevan el periodismo independiente y verificado son esenciales para combatir la desinformación.
En un mundo donde la información fluye a una velocidad vertiginosa y las decisiones deben tomarse en un mar de datos, la ignorancia racional se presenta como un fenómeno intrigante y, a menudo, necesario. Este concepto nos invita a reflexionar sobre cómo, en ocasiones, optar por no saber o no profundizar en ciertos temas puede ser una estrategia más eficiente que intentar abarcarlo todo. En un contexto global donde estamos constantemente bombardeados por noticias, opiniones y análisis, la capacidad de discernir qué información es realmente relevante para nuestras vidas se convierte en una habilidad esencial.
En un mundo interconectado, donde las decisiones individuales pueden tener repercusiones globales, ignorar ciertos aspectos críticos —como el cambio climático, las desigualdades sociales o los derechos humanos— puede llevar a consecuencias devastadoras. La clave radica en encontrar un equilibrio: ser selectivos con nuestra atención sin caer en la trampa de la desinformación o la apatía.
Debemos aprender a cuestionar nuestras fuentes de información y a priorizar el conocimiento que realmente contribuye a nuestro desarrollo personal y social. No siempre necesitamos saberlo todo, lo importante es saber lo que realmente importa. Al adoptar esta perspectiva, podemos empoderarnos para tomar decisiones más informadas y significativas en nuestras vidas y contribuir positivamente al mundo que nos rodea.
Doctor en la Facultad de medicina, en el área de ciencias de la salud con especialidad en salud mental en el trabajo. Consultor y conferencista en transformación organizacional – humano, en diversas empresas privadas y públicas.
Docente en los niveles de licenciatura, maestría, doctorado, especialidad y diplomado, en las carreras de: Psicología, administración, educación, mercadotecnia, alta dirección y desarrollo humano.
Especialista invitado en programas radiofónicos, publicaciones en periódico, revistas impresas/ electrónicas, redes sociales, plataformas y televisión con temas del comportamiento humano.
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