Área educativa, rezago e indiferencia
Por el Dr. Horacio Rafael Rodríguez Montalvo
¡Vaya semana! ahora con la noticia, que tristemente es muy común, pero apenas se da a conocer, de una niña que mata a su compañera después de practicarle bullying y discriminación por su color de piel. La raza de bronce atacando a la raza de bronce. Y me viene la pregunta ¿la niña que agredió tenía idea del motivo por el que peleaba? Con esto no busco criminalizar a la joven, sino tratar de entender qué pasa con los niños y jóvenes que se están matando entre sí, o por qué están haciendo challenges estúpidos, como tomar medicamentos que ponen en riesgo su vida, o participando en la cultura de violencia que domina a nuestro país donde la única solución es violentar a los demás hasta lastimarlo, o si es posible matarlo.
El primer foco de atención es la familia, que en estos tiempos ha cambiado su estructura y dinámica. La educación queda a cargo de la tecnología, sin filtros ni pláticas que ayuden a los niños a entender lo que están viendo y sus posibles consecuencias. Hoy, los padres de familia tenemos que hacer una reflexión sobre qué papel estamos jugando en la formación de nuestros hijos y cómo los apoyamos o protegemos de situaciones que están fuera del control de los chavos.
El segundo elemento es la escuela, donde la política debe brindar estrategias y soluciones para ofrecer oportunidades de desarrollo técnico-cultural en sus aulas, preparando así personas capaces de enfrentar situaciones, analizar condiciones, plantear opciones de solución y fortalecer o corregir el resultado logrado. Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la educación debe ser prioridad para lograr que sea gratuita y obligatoria. Logrando en los estudiantes una formación útil y productiva, acorde a las necesidades de su sociedad.
Las políticas educativas, establecen pautas de actuación, requieren leyes, resoluciones y reglamentos que determinan la forma pedagógica de impartir los objetivos autorizados. Solo debemos tener claro que siempre hay un desacuerdo en las distintas visiones de las fracciones políticas. Cuando un partido ha llegado al gobierno busca implementar sus ideas propias sobre educación, que, por lo general, no tienen el consenso de las demás fracciones.
El problema se presenta cuando dichas discusiones se centran en todo menos en la mejora de planes de estudio, condiciones de escuelas u apertura de oportunidades para el desarrollo humano de los jóvenes.
Hoy se identifica más indiferencia, violencia entre estudiantes y/o docentes, rezago en los planes de estudio, resultados negativos en evaluaciones tanto nacionales como internacionales y falta de apoyo para los docentes para el logro de sus metas de aula.
Se requiere fortalecer desde la autoestima y autoconfianza de niños, jóvenes y porque no decirlo de los adultos. El papel de la educación incrementa su importancia por todos los cambios que se han presentado en la sociedad y han generado nuevas necesidades que las autoridades simplemente no desean ver.
Desde el punto de vista psicológico en el proceso de aprendizaje el punto clave es la autodisciplina, costará mucho trabajo lograr acuerdos para cambiar el sistema educativo, pero, lo que sí podemos hacer, es inculcar en las niñas y niños, por lo menos estas 3 acciones que les ayuden a trabajar en la persona más importante que son “ellos mismos”, y así dar sentido al tiempo que dedican a las oportunidades que pocas o muchas les dé el sistema educativo:
- Dar espacios donde los jóvenes puedan conocer las distintas áreas que conforman la sociedad (arte, tecnología, matemáticas, filantropía, etc.) que ayuden a su autoconocimiento, por el interés que le genere, los conocimientos que tenga sobre esa actividad y las habilidades que debe desarrollar para participar. Con este ejercicio estamos al mismo tiempo fortaleciendo su autoestima y autoconfianza.
- Establecer un plan de vida a dónde direccionar los esfuerzos, los jóvenes darán sentido a los esfuerzos, materias y tiempo que dedican en la escuela.
- Planear acciones de protección ante agresiones y críticas destructivas, para estos tiempos de una cultura cada vez más agresiva, conviene platicar con los jóvenes para llegar a acuerdos de qué hacer en caso de encontrarse en situaciones que los pongan en riesgo.
Y por supuesto, exigir a funcionarios públicos que trabajen en un plan de desarrollo, en conjunto con los docentes y autoridades educativas que permitan que alumnos y alumnas de escuela pública o privada, tengan el beneficio de obtener una formación útil y productiva en el logro de sus sueños u objetivos. En vez de dejarles la idea de que deben de pelear o aceptar una vida de conformidad, todos los jóvenes tienen enormes potenciales, sólo necesitan apoyo, ¿Qué te parece? ¿le entras?
Horacio Rafael Rodríguez Montalvo es egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Licenciado por la Facultad de Psicología, con formación en psicología clínica, educativa, organizacional y social.
Maestría y doctorado en ciencias de la administración, con especialidad en comportamiento organizacional.
Doctorante en la Facultad de medicina, en el área de ciencias de la salud con especialidad en salud mental en el trabajo.
Consultor y conferencista en transformación organizacional – humano, en diversas empresas privadas y públicas.
Docente en los niveles de licenciatura, maestría, doctorado, especialidad y diplomado, en las carreras de: Psicología, administración, educación, mercadotecnia, alta dirección y desarrollo humano.
Especialista invitado en programas radiofónicos, publicaciones en periódico, revistas impresas/ electrónicas, redes sociales, plataformas y televisión con temas del comportamiento humano.
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