El obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, expresó su profundo pesar por el alarmante incremento de la inseguridad en la capital de Morelos y en todo el estado.
Durante su homilía dominical en la Catedral de Cuernavaca, el prelado hizo un llamado a la comunidad de feligreses a mantener la esperanza cristiana como una forma de enfrentar las difíciles circunstancias que aquejan a la región.
El obispo destacó la creciente violencia que ha afectado a la sociedad, ilustrando su punto con un trágico incidente reciente en el que una madre de familia fue asaltada y asesinada frente a su madre y su hija tras el robo de su automóvil.
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Esta impactante tragedia, entre otras, ha resaltado las limitaciones de las autoridades para mantener la seguridad en la región.
“Pasamos por momentos de aridez, sufrimiento, desengaños, enfermedades, hambre, desplazamiento y guerras, pero en la actualidad, vemos un sufrimiento adicional causado por la violencia, una violencia que sacude y revela la incapacidad de las autoridades”, expresó el obispo durante su discurso.
El líder católico, también hizo hincapié en el problema del “derecho de piso” en Cuernavaca, una extorsión que afecta a numerosos negocios locales y ha llevado a que un 20 por ciento de ellos prefiera cerrar sus puertas antes de someterse a este flagelo.
En sus palabras, lamentó que la población se vea obligada a trabajar para mantener a los narcotraficantes y la mafia.
Además, el obispo criticó duramente la ineficiencia de las autoridades correspondientes, subrayando que la actual ola de violencia pone de manifiesto su incapacidad para ejercer su mandato. “Estas condiciones actuales exponen el desierto en el que nos encontramos”, concluyó el prelado.
Finalmente, el obispo Castro Castro enfatizó que la esperanza cristiana representara una alternativa para superar el desafío de la realidad actual.
Sus palabras resuenan en una comunidad que enfrenta desafíos sin precedentes, con la esperanza de que, a través de la fe y la unidad, se puedan encontrar soluciones para la creciente inseguridad que asola la región de Cuernavaca y Morelos en su conjunto.
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