El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció la producción en serie de una nueva generación de misiles hipersónicos capaces de alcanzar las principales capitales europeas en cuestión de minutos, intensificando las tensiones con Occidente.
Durante una reunión con representantes del Ministerio de Defensa y de la industria militar y espacial rusa, Putin destacó la exclusividad de este armamento: “Nadie en el mundo tiene por ahora dicho armamento. Nosotros ya lo tenemos, y eso es lo importante”, afirmó.
El misil Oréshnik y su capacidad destructiva.
Esta semana, Rusia empleó el misil hipersónico Oréshnik contra Ucrania, calificándolo como el “garante de la integridad territorial y soberanía de Rusia”.
Aunque Ucrania sigue siendo el epicentro del conflicto, Putin dirigió su mensaje a Estados Unidos y los países europeos, que Moscú considera responsables de permitir el uso de misiles de largo alcance por parte de Kiev contra territorio ruso.
El Oréshnik, cuya velocidad alcanza entre 2.5 y 3 kilómetros por segundo, es considerado indetectable por los sistemas antimisiles actuales.
Putin afirmó que la producción en serie está prácticamente lista, asegurando que los resultados de su uso serán comparables en potencia con el armamento estratégico, aunque con mayor precisión y sin categorizarse como arma de destrucción masiva.
Europa en el punto de mira.
Las declaraciones del comandante de las fuerzas estratégicas rusas, Serguéi Karakáev, reforzaron la amenaza a Europa, destacando que los misiles podrían impactar objetivos en todo el continente. La televisión rusa especuló sobre el tiempo que tomaría al Oréshnik golpear ciudades como Londres, París o Berlín. Aunque Alemania ha evitado autorizar el uso de sistemas Taurus contra Rusia, el mensaje parece claro: Europa está en el foco de la estrategia militar rusa.
La nueva doctrina militar rusa.
En paralelo, Rusia ha renovado su doctrina nuclear, permitiendo el uso de armamento atómico en respuesta a ataques convencionales. Además, la Duma aprobó un aumento del 25% en el presupuesto de defensa para 2025, elevando el gasto militar a más del 6% del PIB ruso.
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Putin también anunció planes para desarrollar y producir una línea de misiles hipersónicos de corto y medio alcance.
Estas acciones responden a la decisión de Estados Unidos de abandonar en 2019 el Tratado INF sobre la eliminación de misiles de corto y medio alcance, movimiento que Moscú ha calificado como un “error”.
Perspectiva internacional.
La intensificación de la carrera armamentista rusa genera preocupación global. Los misiles hipersónicos representan un cambio drástico en las capacidades de ataque y defensa, desafiando los sistemas tradicionales de seguridad y aumentando el riesgo de conflictos internacionales.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con cautela los próximos movimientos del Kremlin y sus posibles repercusiones en la estabilidad mundial.
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