La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió que la sentencia contra Juana Hilda González Lomelí, quien pasó 19 años en prisión por el caso Wallace, fue obtenida mediante tortura y violaciones al debido proceso.
Por ello, ordenó su liberación inmediata. La Corte anuló la confesión de González Lomelí y las pruebas derivadas de ella, al considerar que fueron obtenidas bajo coacción y manipulación judicial.
El fallo también expone la fabricación del caso, señalando la participación de funcionarios públicos y la influencia indebida de la activista Isabel Miranda de Wallace.
La decisión ha sido aclamada por defensores de derechos humanos como un precedente en la lucha contra la tortura y la corrupción judicial en México.
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